Derramando lisura a su paso

Déjame que te cuente, chiriveleño. Igual que en “La Flor de la Canela”, probablemente la más hermosa y elegante expresión de lo rancio jamás escrita, comienzo la columna citando en suerte al protagonista de este valsecito de ideas, que se han despertado al escuchar al secretario provincial del PSOE almeriense, José Luis Sánchez Teruel (que es de Chirivel) diciendo en rueda de prensa que “la complicidad del actual gobierno de la Junta de Andalucía con la extrema derecha hace que los almerienses no tengamos fecha de apertura del hospital Materno Infantil.” Y es que eso es lo que la peruana Chabuca Granda, autora del inmortal himno que cantó mejor que nadie la gran María Dolores Pradera, quería decir hablar de derramar lisura.

“Derramaba lisura y a su paso dejaba aromas de mistura que en el pecho llevaba”. La lisura era originalmente un concepto equiparable al donaire y a la desenvoltura, pero que el paso del tiempo, como tantas cosas, ha ido derivando hacia conceptos más terrenales, como la poca vergüenza. Es decir, el cuajo necesario como para exigir desde el PSOE de Almería prisas y plazos para una obra que ellas y ellos presentaron en 2007 en una campaña electoral y que doce años después sigue sin terminarse, como tantas otras obras/promesas que el PSOE ha dejado caer en Almería con aromas de mistura, que era ese pequeño bouquet floral que se ofrecía a las damas en la inauguración de los actos protocolarios.

Y por mucho que el señor Sánchez Teruel vaya del puente a la alameda con su canción, no va a encontrar a nadie, salvo los arrimados y dependientes, que no le haga una pedorreta como de Chirivel a Lima, porque hace falta tener la cara tan dura como esa primera piedra inaugurada y olvidada. Por eso, José Luis, deja que te diga la gloria del ensueño que evoca la memoria de los olvidos, de los retrasos y sobre todo, de los silencios cómplices con los que el PSOE miró sistemáticamente a otro lado. A ver si nos vamos quedando con la copla.