Lo de los comicios municipales es otra historia. Aquí no valen ni encuestas, ni estrategias globales ni carteles tapados. Aquí lo que importan son las caras, los vecinos, tu familia, tu calle y la tienda de ‘Pepico’ el del barrio. Votamos personas y algún que otro partido, y si sobra algo, que se lo lleve el primo. Los intereses generales se cambian por los locales, y los factores que intervienen son mucho más de ‘andar por casa’. Pero ojo, que nadie se despiste, que pocas cosas más importantes en la vida que tus zapatillas de casa; cómodas y ‘baraticas’, no pedimos más, ni menos.
Las elecciones municipales son como ‘muy de aquí’. Y alguno dirá que “claro, que de dónde van a ser”. Ya, ya, pero yo me refiero a aquí de muy super de aquí. La provincia permanece atenta al último capítulo de Juego de Tronos (casualidad o destino, vete tú a saber), y la llegada del 26 de mayo tiene a nuestros pueblos echando el resto. Lo de las generales ha descolocado a unos y otros; creo honestamente que a ganadores, perdedores y vencidos. Por descuadrar, hasta a los propios votantes ha pillado desprevenidos. ¿Y ahora qué? ¿Qué va a pasar? Pues ni idea. Si hablas con unos, te dirán una cosa, y si hablas con otros, pues te dirán otra. Bueno, ni idea, o que cualquiera se atreve a aventurarse con la idea. En lo que sí me la juego es en asegurar que se respira en el ambiente un miedo a perder bastante curioso, que en ocasiones llega casi a oler a enigmático.
Todos sabían, sabíamos, que lo de las generales podía ocurrir, pero pocos contaban con los resultados de infarto que se dieron. Eso hace que la partida de las municipales se juegue en campo de tierra. Nada de florituras que la humildad de menos puede darnos un vuelco al resultado. Los que han liderado sus correspondientes feudos se esfuerzan en mostrar los títulos cosechados, y los que no han tenido la oportunidad, casi que exigen estar en el equipo titular.
Mientras tanto, la grada grita y grita, y casi que se sabe ganadora sin jugar. Quedan pocos días y mucho que transmitir; que ya no tanto que hacer. Los programas electorales echan humo, las promesas casi que no se escuchan y aquí quien no corre vuela.
Sea como sea, que los resultados de estas elecciones municipales sean una victoria para todos, viéndolas y sin verlas venir.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/171915/menuda-papeleta