Hacer del Pleno un cuadrilátero

Las reglas del boxeo moderno, establecidas en 1867 por el Marqués de Queensberry, establecen el uso de doce cuerdas para delimitar el perímetro del cuadrilátero o del ring, que tienen como propósito dotar de cierto grado de seguridad a los contendientes, además de proporcionarles recursos estratégicos durante los asaltos. Ahí podemos situar  la expresión “estar contra las cuerdas”, que explica el momento en que el púgil busca apoyo o protección en una esquina. 

Esto no tiene nada que ver con la actualidad almeriense, o tal vez sí, si nos atenemos a la declaración de intenciones de las portavoces del PSOE y de Podemos el mismo día del Pleno de Investidura de la nueva Corporación Municipal, asegurando que ambas venían al ayuntamiento de Almería a luchar. Aún no se había ido el público asistente a la solemne sesión celebrada en el Auditorio Maestro Padilla y ahí que estaban las dos anticipando cómo piensan afrontar los cuatro años próximos: a la gresca. Así que no sé si lo correcto sería sustituir ya las catenarias del Salón de Plenos por doce cuerdas forradas y que en lugar de turno de intervenciones se hable de rounds delimitados por el toque de una campana. Es una sugerencia absurda que se explica en que, en mi opinión, ninguna de las dos ha entendido que buena parte de las razones por las que ambas están o siguen en la oposición es por esa manía de pretender llevar su desempeño municipal al terreno de una confrontación ideológica entre bloques que no interesa absolutamente a nadie.  Esto de plantarse como “los defensores de los almerienses ante las malvadas derechas” está muy bien para el público que no haya superado el nivel de comprensión argumental de Mazinger Z, pero hay vida más allá de los dibujos animados. Mira que los resultados electorales han demostrado claramente el escaso rendimiento político que actualmente tiene el discurso del “No pasarán”; pero ahí que siguen ellas, dispuestas precisamente a eso: a no pasar.