Todo el PSOE en la manifestación

Indignación. Rabia. Furor contenido. La famélica legión, el pie y haciendo cola en la puerta de la sede del PSOE almeriense. Militantes, simpatizantes y arrimados, guardando turno cargados de dignidad y razón. Hay que recoger las banderas de plástico y tenerlas listas para esta tarde.  Y es que el titular de apertura de LA VOZ DE ALMERIA tenía todo el sabor de ese plato de sangre que escribió Neruda tras el bombardeo  nazi en el 37: “El Gobierno ignora a Almería al lamentar los retrasos del AVE”. Insoportable ataque. La cumbre del desdén. Una vez más, la frialdad de palacio dando la espalda a una tierra resecada por carencias y desprecios. ¡Todos a por las pancartas! ¡Comprad pilas para los megáfonos! Cancelemos las citas de esta tarde. Nuestro deber cívico nos llama a defender Almería y exigir de este gobierno infame la atención que los almerienses merecemos. Ahí estarán nuestros parlamentarios, nuestros líderes, nuestros concejales. No faltará nadie. Los primeros y las primeras tras la pancarta. Basta de aguantar las miserias de este gobierno felón, que lleva más de un año remoloneando con la Tarifa Alcazaba que exigimos para compensar nuestro aislamiento ferroviario. Todos y todas, juntos y juntas, vamos a ir a la convocatoria de nuestra Mesa del Ferrocarril, para que se nos vea y que se nos oiga, porque los socialistas no podemos permanecer pasivos y cómplices ante esta nueva afrenta de este gobierno enemigo. Decimos basta y nos alzamos junto a los sindicatos amigos, los colectivos sensibles y los insobornables portavoces de la reivindicación infraestructural. Pero de pronto, una voz hiela ese magma de pundonor. “Esto… compañeras y compañeros… no es por nada, pero el Gobierno somos nosotros”. Anda coño, es verdad. ¡Lo que es la costumbre, jajaja! ¿La manifestación de esta tarde? ¿Qué manifestación? Bueno, es que tengo que recoger las notas del niño. Ya me contáis luego por guasap. Chao.