El equipo de Ramón, según Valverde, tiene un sesgo machista

Y  todo por culpa de que a lo largo de estos días no le ha llamado para analizar, hablar y negociar, es de imaginar, el futuro de los grupos, sus liberaciones y sus asesores. ¡Ay, los asesores! La primera de las críticas vertida por el socialismo patrio es que el señor alcalde no les ha dado los asesores que le pertenecen, que los ha ninguneado. Ha llegado a más, llevará a los tribunales de justicia la medida aprobada en el pleno por el “trifachito”, como dejó muy claro la portavoz del PSOE. Hace muy bien el grupo socialista en defenderse si cree y entiende que no se está cumpliendo con ellos en justicia. Nada que objetar a esa cuestión. Lo que llama la atención es que esa crítica del socialismo no sea sobre el número de asesores que tienen los grupos, lo que pagan los ciudadanos por los mismos y las puertas giratorias montadas hoy por el PP en el ayuntamiento para darles un sueldo a los políticos que se han quedado descolgados tras las elecciones. Esa habría sido una crítica más lógica y más entendible por parte del ciudadano. Da la impresión, lo mismo estoy equivocado, que a ustedes lo único que les interesa es el sueldo a cobrar a final de mes y el número de sueldos que tengan. Vamos, que a la política ustedes van a cobrar la soldada, y si no lo consiguen se quejan, lloran por los rincones de la casa consistorial y si hace falta a la justicia. Los ciudadanos les votamos para que defiendan nuestros intereses, pero ya vemos que eso a ustedes, una vez que ha pasado la campaña, les importa un pito, a ustedes lo único que les preocupa es el dinero que nos van a sacar de los bolsillos a los curritos y que van a ir a parar a los de sus conmilitones, cuando no familiares más o menos cercanos. No piensen que nos ha sorprendido la señora Valverde, era de esperar que su primera defensa no tuviera a los ciudadanos almerienses como destinatarios, sino a esos compañeros de partido que tienen que comer del pesebre municipal y a los que según ella les ha cortado el pienso el alcalde de “sesgo machista” que tiene ahora la ciudad. Sesgo aparte, al almeriense de la calle le gustaría saber lo que nos cuestan los políticos y sus adláteres en las distintas administraciones que pagan con sus impuestos. ¡Que sí, coño, que el dinero sí tiene dueño, esos miles de ciudadanos que cumplen con sus tributos!