El PSOE de Roquetas quiere calles para todos los alcaldes democráticos

El ayuntamiento de la capital también tomó una decisión así y a don Juan Megino le ha tocado una calle o callejón que no quiera usted saber dónde está. Estoy pensando en todo lo que el PSOE y restantes grupos de la oposición de Roquetas han dicho y denunciado ante la justicia de la actuación como alcalde de Gabriel Amat. Los políticos le ponen su nombre a una calle, si la justicia nos lo atropella después con una sentencia ¿qué hacemos? ¿Le quitamos el nombre a la calle? No creen que es mejor dejar a los políticos fuera de nuestras fachadas. Con justicia o sin ella, siempre habrá un sector de la ciudad que no esté de acuerdo con ese nombre. Piensen en El Ejido y con él en todos los ayuntamientos donde sus alcaldes se han visto inmersos en querellas, juicios y sentencias reprobatorias. ¿Les pondrían el nombre de una calle a esos políticos que como mínimo han sido condenados por obstrucción al trabajo de la oposición? Y en este apartado tenemos un buen número de ellos ¿Se les puede llamar democráticos a todos esos alcaldes condenados por la justicia? ¿Se merecen dejar constancia de sus nombres en las fachadas de las calles de nuestros pueblos y con ellos el delito que cometieron y por el que fueron condenados? ¿Vamos a premiar el delito? Si ustedes se empeñan lo harán. Lo llevaran a un pleno, lo aprobaran como hicieron en la capital y nombres de alcaldes y de algún edil en las calles. Desde hace algunos años se prohibieron los carteles políticos en las fachadas de las ciudades. Me van a decir que no es lo mismo, es posible, pero se puede estar cometiendo un agravio con un sector de la ciudadanía que no ve con buenos ojos que se premie la corrupción o el favoritismo sólo por ser alcalde de la localidad. Dejen limpias las fachadas de nombres políticos o nos podemos encontrar dentro de unos años con los nombres de prevaricadores, chorizos o dictadores (pequeños o grandes) colgados de las mismas, y no creo que eso sea edificante para las nuevas generaciones democráticas. Hay que buscar y limpiar la memoria de la que tanto se habla, pero tiene uno la impresión de que los políticos están cometiendo ahora los mismos pecados de antaño. Será difícil que se encuentre un político que cuente con las adhesiones al cien de todos los ciudadanos. ¡Dejen limpias las fachadas!