El ex-marido de Ana Julia nos ponía ante el personaje es “fría y mentirosa”

Tras las declaraciones y los informes que se han ido conociendo, cuesta mucho trabajo creer la versión que la asesina confesa, Ana Julia, está ofreciendo en el juicio. Dos personas a ella vinculadas anteriormente, su hija y su ex, han manifestado claramente cómo es esta mujer. Es fría, es mentirosa, es manipuladora. Hay que ser muy fría, hay que tener mucha maldad, hay que ser muy mentirosa, hay que ser muy manipuladora para mantener durante tanto tiempo una actitud como la que ella mantuvo mientras miles de personas buscaban el cuerpo de Gabriel, mientras media España se levantaba, mientras toda Almería salía a la calle, se ponía una camiseta y gritaba el nombre de Gabriel. Durante todos esos días ella se puso la misma camiseta que miles de almerienses, lloró ante las cámaras de los fotógrafos y las televisiones, abrazó al padre para darle consuelo. Y eso lo hacía con el cuerpo del niño enterrado desnudo en un pozo a unos pocos kilómetros de donde una familia lloraba y miles de ciudadanos buscaban el cuerpo de Gabriel. Y eso lo hacía tras haberle partido el brazo de un hachazo por no caber en el mismo en el pozo abierto. Esta asesina confesa fue fría, mentirosa y manipuladora durante esos días. Ahora nos dice que ella no quería, que se le fue de las manos. ¿Y tardó casi dos semanas en darse cuenta? Cuando el cuerpo desnudo de Gabriel, rebozado en tierra, lo lleva en el coche hasta Vícar ¿estaba arrepentida? Y le dice a la policía una vez descubierta (con la frialdad que le ha caracterizado durante todo ese tiempo) que lleva solo lleva un perro en el maletero. Ahora nos quiere convencer de que se quiso suicidar. Está en su derecho a la hora de defender su vida, pero en lo que se refiere a la muerte de un crio de ocho años y veinticinco kilos de peso la historia que nos cuenta no se sostiene: “que quería que se callara, que dejara de decirle cosas”. Si esto fuera así con los primeros golpes dados en la cabeza lo había logrado. ¿A qué vino después el ensañamiento cometido sobre el cuerpo de Gabriel y que se están detallando a través de los informes médicos presentados? No creemos que la asesina confesa nos diga las verdaderas intenciones que perseguía a la hora de llevarse a Gabriel al cortijo, pero no se descarta que el niño ya estaba sentenciado de antemano.