La agricultura de Almería vuelve a brillar en la feria de Madrid

Y con ella las fotos de los políticos y dirigentes de asociaciones en defensa de esa agricultura a la que en algunos momentos hemos llamado de primor. Y mientras las cámaras llevaban y traían la imagen de esa pujante agricultura, cantada incluso por el ministro del ramo Luis Planas: “No podrán con nosotros con aranceles o sin ellos”, más las sonrisas eternas y los brindis de políticos y presidentes, un grupo de agricultores, en torno a mil quinientos, se reunían en El Ejido para pedir apoyo a las empresas, a los políticos y a las organizaciones agrarias, esas que se llenan la boca en defensa de la agricultura. Es un orgullo para los almerienses el saber que en esa feria agrícola madrileña nuestros productos copan la atención de propios y extraños, reconociendo que a la hora de hablar de huerta de Europa hay que contar con nosotros. Pero esos nosotros, los protagonistas, que no son otros que los agricultores no estaban en la feria, estaban en El Ejido protestando y pidiendo reuniones, por ejemplo, con los directivos de Hortiespaña, que sí estaban en la feria y con esos políticos a los que se les llena la boca en defensa de la agricultura, defensa que no parece llegar a los precios que se pagan en el campo. Al frente de esos mil y pico agricultores que no estaban en la feria, que no salían en las fotos, que no brindaban con el ministro y demás políticos almerienses, con Joaquín López “Bernabé” a la cabeza, nos ponían ante la gran verdad que vive el agricultor almeriense, el pepino se lo están pagando a siete céntimos, siete, y los consumidores lo compran a un euro noventa céntimos. Esa es la gran verdad. Lo ponía de relieve días antes de la feria la organización agraria Asaja, “este inicio de campaña está siendo el peor de las seis últimas vividas”. La presencia de la agricultura almeriense es la más importante de todas las que se exponen en el ferial, y de ello nos sentimos orgullosos todos, pero nos gustaría que la voz de esos agricultores vivos y en acción que se manifestaba en las calles de El Ejido no cayera en el saco roto que vienen siendo políticos y organizaciones que se dicen defensores de nuestra agricultura. Es posible que de nuestra agricultura lo sean, no hay por qué ponerlo en duda, pero de los agricultores cuesta más creerlo. Solo hay que oírles hablar.