Atracaron o dejaron atracar

Si nada vuelve a retrasarlo, (hasta en cuatro ocasiones se ha pospuesto la comunicación del fallo) está previsto que hoy martes se conozca finalmente la sentencia del Caso ERE, que juzga el desvío de casi 800 millones de euros en la Junta de Andalucía destinados teóricamente a ayudar a empresas afectadas por expedientes de regulación de empleo y que, al parecer, sirvieron para consolidar una red clientelar en favor del PSOE andaluz. Para eso y para una serie de jolgorios, regalos y cuchipandas particulares de afiliados y arrimados de este partido, que no se nos olvide.

Entre los acusados, además de un buen número de cargos autonómicos con carnet socialista, hay dos ex presidentes de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, lo que respalda la teoría de que la red delictiva contaba con la colaboración del organigrama institucional de la propia Junta, o bien con una llamativa falta de vigilancia. O atracaron o dejaron atracar; no hay otra. Y vamos a conocer la sentencia casi un año después de que el caso quedara visto para sentencia, lo cual refleja (además de los oportunos retrasos en campaña electoral) la diferente velocidad con la que se resuelven los casos de corrupción achacables al PSOE, ya que por ejemplo el Caso Gürtel (que afectaba al PP) se sentenció en seis meses y el Caso Noos, (Casa Real) estuvo listo en siete. Existe además verdadero interés por ver si una eventual condena supondrá considerar que todo el PSOE es un partido corrupto ab aeterno, como dictaminó el presidente Sánchez sobre el PP tras lo de Correa. Recuerden que antes de subirse al Falcon, Sánchez se subió a esa sentencia para armar una moción de censura contra el “partido corrupto” y permitir la llegada del “gobierno de la dignidad”, que ha acabado precipitándonos a este apasionante momento político. Va a resultar muy divertido comparar lo que dijo Sánchez en su día sobre la corrupción y lo que podría decir ahora si las cosas vienen como parece que van a venir.