La Junta y la presunta felación en el IES de Huércal-Overa

Juan Torrijos
20:41 • 05 mar. 2020 / actualizado a las 07:00 • 06 mar. 2020

Ante la que se montó con la noticia del taller sexual y la presunta felación llevada a cabo entre dos alumnos del IES Juan Valera de Huércal-Overa, recorriendo interesadamente por las partes los grandes rotativos nacionales y los importantes platós de la televisión, la Junta de Andalucía ¿se nos convierte en el viejo y sabio Salomón? No abre expediente a la empresa, lo que quiere decir que la absuelve, aconseja a la dirección del instituto para que futuros talleres no tengan estos problemas, por lo que viene a reconocer que sí existió el motivo de queja y recomienda a los padres que expresen su malestar a la empresa que impartió el taller. Parto al niño, le doy un trozo a cada uno y dejo contento al personal. Cada parte interesada políticamente en la historia podrá agarrarse a algunos de los párrafos dados a conocer por la dichosa, y venderlo con satisfacción. Los unos dirán que se absuelve ya que no abre expediente porque para la dichosa el taller llevado a cabo tenía todos los requisitos legales. A cantar victoria. Otros podrán acogerse a la recomendación que le hace la dichosa a la dirección del centro, para que futuros talleres no tengan estos problemas, por lo que si se hace esa recomendación es porque algo hubo, ¿o no? Y los terceros, a los padres se les recomienda desde la dichosa que expresen su malestar a la empresa que impartió el taller. Gran solución: el taller fue legal. Que no se vuelvan a dar estos problemas en los próximos talleres a celebrar en el centro. Que los padres se quejen a la empresa por el taller realizado. Todos contentos. ¿Hubo o no hubo presunta felación?, se pregunta el personal. Si la hubo, que el informe no lo recoge, fue legal el acto ya que el taller así ha sido declarado por la autoridad educativa. ¿Sabía el centro educativo en qué consistía el taller a celebrar? Por la recomendación que se le hace para que en futuros talleres no se presenten estos problemas, se puede pensar que los directivos del centro no conocían el desarrollo del mismo. Si lo conocían, se puede entender como rapapolvo de la autoridad las recomendaciones recibidas, y si no lo conocían es bastante más preocupante. En cuanto a la Asociación de padres, le recomienda la dichosa en el informe que vaya a quejarse al maestro armero. Y los padres se han enfadado con la dichosa.






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