Kayros
01:00 • 19 nov. 2011
Los viejos estorban en las modernas sociedades consumistas. Además son antiestéticos, tosen mucho, gastan demasiado en farmacia y como no se pueden valer por sí mismos, dependen. La buena voluntad igualitaria impulsó a los socialistas a crear una Ley de Dependencia pero luego la oposición casi la tumbó porque decía que no había financiación. Ahora la oposición puede ganar las elecciones con un poder casi omnímodo, y sin embargo cuando la financiación es posible, dicen que la dependencia no es viable.
Podrían aplicarnos, ya puestos a ser darwinistas, esa ley no escrita de algunos pájaros que cuando no pueden alimentar a sus crías dejan que se mueran los menos dotados, vamos los más débiles. Marx aborrecía el darwinismo porque representaba teóricamente una gran piedra en la rueda de la sociedad sin clases, pero habiendo triunfado el capitalismo y siendo el ser humano una mercancía, los viejos se han devaluado mucho, gastan y no producen, y por si fuera poco, la medicina les está alargando la esperanza de vida.
Dantesco espectáculo ver a los viejos con su alhzeimer y con sus sillas de ruedas en medio de una gran manifestación de jóvenes que dicen estar indignados por todo lo que ocurre, pero sobre todo por estar en paro.Ya podrían cargar algún impuesto a quienes se enriquecieron con la plusvalía de estos viejos inservibles, pero me temo que pedir eso sea demasiado revolucionario y hasta darle la razón al pobre autor del Manifiesto Comunista, algo, en fin, que ya no se lleva.
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