Jose Fernández
23:33 • 01 dic. 2011
Asumiendo el demérito de la repetición en los argumentos (la prisa y el limitado talento me arrojan en más de una ocasión a la orilla de los mismos asuntos) aprovecharé para solicitar de quien quiera que me pueda estar leyendo un gesto de complicidad ciudadana: por favor, no robe usted los pascueros esta Navidad. Puede que este tipo de apelaciones no sean necesarias en otras ciudades o, mejor dicho, no deberían figurar en el catálogo argumental de los articulistas diarios o en los discursos de los responsables municipales. Pero esto es Almería y todos sabemos de lo que se es capaz aquí a la hora de malparar o, sencillamente, arrasar el mobiliario ornamental y urbano de la capital. Ahora que el Ayuntamiento está plantando miles de poinsetias para dar una nota de color navideño, crece exponencialmente el riesgo del hurto suntuario (caso injustificable dado el asequible precio de las macetas) o, simplemente, "por hacer una gracia", como admitió recientemente ante la Policía Local un zangolotino que fue sorprendido tronchando un árbol en plena calle. Ya sé que todos los años les endilgo una columnita parecida, pero es que me llena de bochorno ver que hay conciudadanos que podrían vivir en un corral o estabularse en una cochiquera sin llamar la atención del resto de ocupantes cuadrúpedos. Les animo a que afeen el gesto y denuncien ante la Policía Local a todos estos vándalos, porque los ciudadanos razonables y civilizados somos más y mejores que esa asilvestrada jauría de deforestadores. Y si no lo hace por civismo, hágalo por economía: lo que deshacen estos mamelucos le cuesta a usted -sí, a usted- una pastizara.
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