Estamos viviendo un momento excepcionalmente complejo y delicado, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo. Es en circunstancias como esta cuando realmente somos conscientes y asumimos realmente la importancia de la salud y de la vida por encima de todo.
Ese sentimiento de indefensión, de agonía y de miedo, que se ha apoderado de nuestras vidas, de nuestra rutina, es la sensación que millones de personas hemos sufrido y sufren ante cualquier enfermedad que de repente llega a nuestras vidas. La situación provocada por el coronavirus es excepcionalmente dramática y un grave problema social, pero no debemos olvidar que hay enfermedades que llevan con nosotros mucho tiempo y que día a día, dejan trágicas historias.
El cáncer es una de las enfermedades de mayor relevancia clínica y social en el mundo por su elevada incidencia, prevalencia y mortalidad. En España representa la segunda causa de muerte y es un problema de salud prioritario. Una de cada cuatro mujeres y uno de cada tres varones se diagnosticarán de cáncer a lo largo de su vida.
El cáncer de mama es el tumor femenino más frecuente a nivel mundial, representando el 25% de todos los tipos cancerígenos, y la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres en España. Cada año se diagnostican más de 32.000 nuevos casos en nuestro país y es la primera causa de muerte entre la población femenina española con 6.000 muertes al año.
El 30% de las mujeres diagnosticadas en un estadio precoz de la enfermedad experimentará una recaída de la misma con metástasis y todavía hay un porcentaje de mujeres que se diagnostican en fases avanzadas de la enfermedad. Pero no perdamos la esperanza. Gracias a la investigación, hoy 8 de cada 10 mujeres superan la enfermedad.
Por ello tenemos un compromiso, no solo, quienes sufren la enfermedad, quienes la hemos sufrido, o nuestros familiares, sino toda la sociedad. Debemos seguir valorando, colaborando e insistiendo en los programas de detección precoz del Cáncer de Mama, promovidos y gestionados por nuestro sistema de salud, un sistema que es público, universal, gratuito y de calidad y del que debemos sentirnos muy orgullosos.
Debemos seguir respaldando la investigación clínica, y epidemiológica para lograr una tasa cero de recaída de la enfermedad contando con nuevos tratamientos más eficaces frente al cáncer. Se debe continuar fomentando los ensayos clínicos, y para todo esto, cada uno de nosotros podemos poner nuestro pequeño granito de arena.
Este año, en el que no podemos llevar a cabo grandes manifestaciones reivindicativas, eventos solidarios, quisiera animar a todos los almerienses a participar en la magnífica iniciativa puesta en marcha por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), la Campaña de Cuestación a través de la hucha digital, ‘Una hucha con miles de historias en su interior’.
No quiero terminar esta pequeña aportación que me permite y agradezco a La Voz de Almería, sin recordar este año, a una de esas mujeres que lucharon contra la enfermedad, que la superó, que trabajó anónimamente en la concientización y en la ayuda a afectados. Un compañera, amiga y persona excepcional, a la que desgraciadamente volvió a atacar la enfermedad y a la que se la ha llevado recientemente. Mi recuerdo para Dalila.
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