Gestión económica y financiera para el cambio

Javier Arenas ha elegido Granada para comenzar su propuesta de cambio en Andalucía. Durante dos días el PP celebra unas jornadas para el cambio y el empleo donde se han desgranado las principales líneas de actuación del nuevo Gobierno y los cambios que han de darse en Andalucía para salir de la situación de incremento exponencial del paro en la que nos han sumido las políticas socialistas. En 2007 había 3.235.000 personas ocupadas en Andalucía, y la última EPA refleja 2.752.000, lo que significa que en los últimos cuatro años hemos perdido casi 500.000 empleos y que cientos de miles de jóvenes no han podido incorporarse al mercado de trabajo. El que fuera Ministro de Economía y Hacienda del PP, Cristóbal Montoro, esbozó ayer las apuestas para salir de la débil situación de la que partimos, que se ha pronunciado en los últimos años con las políticas cambiantes y equivocadas dictadas por el Gobierno del PSOE. Vivimos en una tierra capaz de atraer mucha inversión, de trabajadores que se comprometen, de empresas con capacidad de ser competitivas cuando se dan las condiciones operativas para serlo. Si antes fuimos capaces, decía Montoro, volveremos a demostrar que lo seguimos siendo, con políticas que nos permitan financiarnos, recuperar el crédito y que fluya el crédito bancario para que se generen inversiones y se creen empleo. La apuesta del PP por una importante reforma del sector público comienza por gobernar desde la austeridad presupuestaria, dar seguridad a los ciudadanos y también al contexto europeo, reorganizar las competencias de las Administraciones y que dispongan de un presupuesto que se corresponda con las competencias que asumen. Esta reforma comienza por el rigor y la transparencia de nuestras cuentas, volviendo al equilibrio presupuestario y demostrando la vocación de enfatizar en la capacidad de los Ayuntamientos para acometer tareas, sobre todo en el ámbito social, donde son reconocidos como los más eficaces por conocer de forma directa los problemas. El PP se ha propuesto realizar una política de reformas tributarias para la pyme, no subiendo impuestos, que es lo que ha hecho el gobierno socialista en España y lo que han hecho otros países con un criterio equivocado. Montoro afirmó que la política está para realizar cuando se está en el Gobierno lo que se ha comprometido con los ciudadanos, no para cambiar diciendo después qué te has encontrado, pues sabemos lo que nos vamos a encontrar y no habrá excesivas sorpresas: una economía que se adentra en una recesión, como dicen todos los analistas y técnicos, con más de cinco millones de parados, con un déficit público disparado, que ayer conocimos ha llevado a que, en el tercer trimestre de este año, la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas esté en el 66 por ciento del PIB. De ahí no se sale si subimos los impuestos, pues perjudicaría la capacidad de consumir y desequilibraría socialmente. Se sale volviendo al control del gasto, a la austeridad, a la estabilidad, favoreciendo fiscalmente a las pyme y autónomos, haciendo más estimulante invertir, obtener resultados y con ello el pago de impuestos, facilitando así la recaudación tributaria. Así fue, dice Montoro, como salimos en los 90, sin subir el IVA. Al PP no se le ocurrió tal barbaridad, y cuando él fue Ministro de Hacienda el consumo crecía al 6, 7 y 8 por ciento y la recaudación por IVA al 16 por ciento. De este modo, con la mayor actividad económica se recauda más, se financia mejor la actividad de servicios a la ciudadanía de la Administración Pública y se corrigen los déficit públicos. Por este motivo el PP seguirá con estas políticas tributarias, que realmente enfatizan a los emprendedores, y le hacen más fácil invertir y crear empleo, y seguirán también con las políticas de transparencia, como en las contrataciones públicas, haciendo dominar los elementos de competencia que hacen más atractivo a nuestro país, pues durante el gobierno socialista, España ha retrocedido y esos valores son fundamentales para atraer inversión exterior.