Kayros
21:00 • 22 dic. 2011
No sé si será fruto de que gobierna el PP, pero este año oigo más villancicos al menos donde yo vivo en fuerte contraste con las fiestas laicas, aconfesionales y paganas de otras veces. Desde las plazas públicas y otros recintos de reuniones entrañables nos están dando verdaderas sesiones sobre la materia hasta el punto de que me levanto oyendo el mira como beben los peces en el río y me acuesto con la virgen lavando pañales. Tengo ya una edad en que no puedo librarme del sentimentalismo de otras épocas, pero así y todo cuesta entender estas letras que evocan el mundo de Maricastaña. Si repasásemos la historia del género cien por cien popular veríamos que se han ido adaptando al sentir y al pensar de la gente y sobre todo a los modos de vida de cada siglo. Decir que la cueva de Belén queda hoy algo obsoleta con la cantidad de viviendas vacías que nos ha ido dejando la burbuja inmobiliaria no es un chiste herejote ni de mal gusto. Lo mismo habría que decir del buey y la mula como estufas vivientes bajo la noche fría cuando están las tiendas atiborradas de chirimbolos mecánicos para calentarse por fuera y por dentro. Pienso pues que para que un villancico tengo sentido debe contextualizarse en el marco existencial de lo que quieren hoy los seres humanos. Sin embargo lo que sí vale para todos los tiempos es el mensaje que la navidad esconde o escondía. Me pregunto qué grado de buena voluntad había en invadir Irak ahora que los soldados americanos vuelven a casa con el resultado de cinco mil muertos y no sabemos qué número de víctimas cayeron del otro lado. Estaríamos más propios cantando a la prima de riesgo, al déficit y al peligro de recesión y no al peine de oro con que se arreglaba la virgen mientras cantaban los pájaros. Se me dirá, claro, que estas cosas no tienen encanto, pero en tal caso lo que tenemos que cuestionarnos es por qué amamos tanto el dinero y el poder, por qué media humanidad muere de hambre mientras aquí tocamos la zambomba, y sobre todo por qué cantamos letras sin sentido.
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