Admito que empiezo a estar harta. Parece ser que ahora una no puede desanimarse porque es frívolo, fútil y nimio si se tiene en cuenta al gran número de personas que sufren por la pandemia. Con la cantidad de seres afligidos que hay ahora mismo, una no puede abandonarse al hartazgo. No está permitido. Prohibido sufrir.
Espero que no me tilden de negacionista si en estas líneas encuentran el más mínimo paralelismo entre el hastío acontecido en mis palabras y el que se dejó ver este último sábado en Madrid. Estoy harta de sonreír con los ojos, de no poder bailar, ni hacerme un hueco en la barra para pedirme una caña con bravas en el Bonillo, pero si incluso ellos han sabido adaptarse, lo único que me queda es aceptar esta inmunidad de rebaño frente al tedio de la pandemia. ¿Qué más nos puede pasar? Esta última pregunta empieza a carecer de cualquier sentido retórico para convertirse en una súplica. Es difícil averiguar que nos deparará este 2021, pero no descarto un final a lo “Deus Ex Machina” para concluir esta locura.
La primera vez que oí hablar de “Deus Ex Machina”, un seriéfilo despotricaba sobre el final de Lost (Perdidos). Esta expresión se remonta al teatro griego y era la solución abrupta a tramas enrevesadas -visto así, no es de extrañar que J. J. Abrams y Damon Lindelof, guionistas de Lost, optarán por ella-. Poco antes de concluir la función, un dios del Olimpo descendía para poner fin a la historia y solucionar los problemas acontecidos. Ya saben, entréguense a un dios para poner fin a esta macabra función.
¿Se imaginan que se estrellara todos los días un avión con 400 personas? La pregunta la lanzaba el artista Javirroyo en su última ilustración publicada. Da miedo poder responder a esa pregunta, pero está prohibido sufrir.
Ahondando en el concepto de “Deus Ex Machina”, descubro que el escritor Antón Chéjov aconsejaba “no mostrar una pistola cargada en el primer acto si no pensabas dispararla en el último”. Era la forma de evitar una trama enrevesada y que un dios tuviera que venir a poner orden. Quiero creer que esa pistola es la Pfizer, pocas esperanzas tengo en que un ser divino la solucione. Deus Ex Pfizer.
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