Rubalcaba, estoy contigo

Quisiera apartar y olvidar mis intenciones de viejo socialista y equilibrar la balanza pero una fuerza superior me lo impide, de tal manera que, sin más dilaciones, voy al grano. Tengo grandes amistades dentro del PP siendo éstas damas numen y amor sonriente.
Caballeros, caballeros son los trabajadores –cuando pueden ejercer de tales- los que con su esfuerzo producen para que una serie de sinvergüenzas se den la gran vida. Los que llaman indignados tiene razones para “jugarse la piel” cuando sus hijos no tienen un trozo de pan para llevarse a la boca ni un techo protector.
Cuando Rajoy y sus adláteres se alzaron con la victoria el señorito Arenas no sabía que postura adquirir para lucir su apostura de viejo y repetido pájaro de cuentas.
No he pensado en ningún momento en dejar a mis amigas y amigos de toda la vida, empezado, como no, con Pilar Pérez, Karmen Romero, Mercedes Soler, Carlos Hernández y Fernández-Cuervo, luz y sabiduría mías si los últimos serán los primeros. Ahí tienen ustedes a Marí-Luz. Segovia a la que este viejo soñador quiere de veras. Debería dejar un poco tiempo para hacer juicios de Opinión. En términos vulgares diré que son los mismos perros con distintos collares.
Estuve un ratito hablando con mi querido amigo José Francisco Villegas y él quiere pan y techo para todos. Carolina Rodríguez Lorenzo es una joya de valor que suple a la prima alguna vez y su carita de ángel es refulgente. Purificación Arqueros y Diego Gómez tienen mucho en común.
Eduardo Figueredo y Fran Castillo acuden a mi llamada.
A partir de ya tengo intención de hacer en mi modestia algunos comentarios políticos. Las terminaciones, igual que siempre, serán fragmentos poéticos. este artículo lo cierra Carmen Alcalde, figura entrañable “Van buscando los años alegría, la mágica armonía que trae la Navidad.”