Cuando tienes en las manos “Al Servicio de Su Majestad” poco menos que imaginas que te vas a encontrar un relato parecido a los de James Bond, pero si alguien ha sido capaz de asomarse con seriedad y rigor a ese mundo de sombras en que se mueven los espías, es Fernando Rueda. Sin duda, se ha ganado a pulso ser reconocido como el mejor especialista en los servicios secretos.
Naturalmente viajar a las profundidades del mundo de los espías no es tarea fácil, y mucho menos a la hora de escribir huir de cualquier tipo de sensacionalismo. Y eso es lo que distingue a Fernando Rueda, que evita caer en el sensacionalismo. Es más, huye de que sus libros puedan ser calificados como tales y lo consigue porque, como él mismo afirma, en sus libros deja constancia tanto de los aciertos como de los excesos de los servicios secretos y añade una apostilla “hacen un gran servicio a España”.
Su último trabajo de investigación ha llegado a las librerías con el título de “Al Servicio de su Majestad” y es un relato apasionante sobre las relaciones de la Corona con el servicio secreto durante los últimos cincuenta años. Por decirlo llanamente, es un libro imprescindible para conocer nuestra historia más reciente, ya que no solo desvela episodios desconocidos hasta ahora sino que explica el porqué de algunas de las cosas que han pasado.
Fernando Rueda ha dejado dicho algo que es una evidencia para quienes han leído sus anteriores obras y es que no ha tenido empacho en reconocer los éxitos pero también algunos de los excesos y errores de los espías.
¿Cómo han sido las relaciones de don Juan Carlos con los distintos jefes del espionaje español?¿Y las del ahora rey don Felipe VI?
Según nos cuenta Fernando Rueda, don Juan Carlos hizo lo imposible por que cada director del espionaje fuera un hombre afín a él, es decir que su lealtad estuviera fuera de toda duda. Y sin duda acertó.
No han sido pocos los atolladeros de los que el servicio secreto ha sacado a algunos miembros de la Casa Real.
Pero según lo que leemos en “Al Servicio de Su Majestad”, la llegada de don Felipe al Trono ha supuesto un cambio en esa relación entretejida a lo largo de los años entre su padre don Juan Carlos y los servicios de espionaje.
Les confieso que me leí el libro en una noche, y es que la realidad siempre supera a la ficción y “Al Servicio de Su Majestad” se lee como una novela de espías, que de eso va, de poder, que también, de dramas, de peligros, de conspiraciones.
Como todos los trabajos desde que publicara “La Casa” en 1993, su última obra lleva garantía: está firmada por él y nadie sabe tanto en nuestro país sobre espías como Fernando Rueda.
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