La Junta y las obras públicas

A qué presidente de gobierno, a qué dirigente de partido político se le ocurre, a menos de dos meses de unas elecciones, paralizar todas las obras públicas que tiene en una provincia? A José Antonio Griñán. ¿Cómo tienen que estar las cuestiones económicas dentro de la Junta, para que el señor Griñán tenga que suspender en Almería la autovía del Almanzora y demás obras de infraestructuras que estaba realizando. Mañana me dicen que paraliza también las escuelas que se están llevando a cabo y me lo creo. Si no lo hacen antes las empresas adjudicatarias a las que se les debe hasta el bocadillo del desayuno. Hace unos días estuvo en Alhama el delegado de Educación, Jorge Cara. El hombre iba a visitar el nuevo espacio de educación en que se viene trabajando. Primero debo decir que tengo un gran respeto por Jorge Cara, siempre me ha parecido uno de los políticos socialistas almerienses más serios y coherentes. Pero no tuvo más remedio que subir a Alhama. A la empresa que está construyendo el colegio le debe la Junta más de ochocientos mil euros. ¿Cuánto tiempo va a seguir aguantando? Así estamos. Es un ejemplo más del funcionamiento de la Junta en estos tiempos y de sus pagos a proveedores. Si repasamos otros pueblos nos encontraremos con impagos, impagos y más impagos de la administración autonómica. Se entiende, en medio de la vorágine que tiene organizada el PSOE en Andalucía, que ya no sean capaces en el Gobierno de mantener una imagen de trabajo y de eficacia. Da la impresión de que Griñán y compañía han tirado la toalla. Y las obras, grandes o pequeñas pagan los platos rotos.