María Cassinello
01:00 • 25 mar. 2012
No salgo de mi asombro después de haber leído el artículo que con este mismo título apareció el miércoles, día 21 en La Voz de Almeria. No me gusta polemizar. Soy de carácter tranquilo, y prefiero ver las cosas con serenidad, pero ante la injusticia me rebelo… Para contestar este artículo bastaría con remitirle al que publicaba el 10 de Marzo, escrito y firmado por mi, bajo el título “ ¿Que hace la Iglesia católica….?” En el mismo daba una buena relación de las cosas buenas que hace, no solo en momentos de crisis sino en todos.
Comienza el artículo hablando de la Mezquita de Córdoba…No se si la conoce el articulista: Dentro de esta joya arquitectónica árabe, hay una Iglesia católica pequeña, que la financia la Iglesia cordobesa. La Mezquita es Patrimonio de la Humanidad y la explota Turismo. Mal habrá podido la Iglesia inscribirla en el Registro por 39 euros por muchas facilidades que diera Aznar.
Las iglesias son del pueblo cristiano, y del no tan cristiano como son los que solo acuden cuando necesitan algo, o tienen algún compromiso social (bodas, bautizos, funerales, misas de difuntos etc…).
Lugares donde nuestros padres nos llevaron a bautizarnos, donde recibimos los Sacramentos y donde rezamos, sus puertas están siempre abiertas a todos. Son la casa de Dios, la Iglesia corre con los gastos de sus obras y conservación; algunas tan antiguas como nuestra Catedral, y cien tos y cientos de Iglesias repartidas por todo el mundo, verdaderas joyas de arte de todas las épocas, Románico, Visigodo, Renacentista, etc… Es hermoso cuando vamos viajando en tren al paso de los pueblos; lo primero que se divisa de ellos son las torres y campanarios de las mismas, pero todo ello fue posible porque primero hubo Fe de unos pueblos que querían reunirse en un lugar para rezar, y colaboraban para que fuera el mejor de la comarca para Dios.
El pueblo cristiano es feliz con los cuidados que le presta, y la mayor parte de sus gastos son financiados por los cristianos que vamos a ellas a rezar, a llorar, a despedir a nuestros muertos, a acompañar a nuestros amigos en sus penas y alegrías. Y a sentir la felicidad de nuestro encuentro con Cristo en la Eucaristía. Y cuando algunas empresas o instituciones y organismo oficiales ayudan a su construcción o rehabilitación, están ayudando a ese pueblo que reza, escucha la palabra de Dios y cumple con aquello en lo que cree, sin olvidar que son ciudadanos que también colaboran para esa labor social y asistencial que hacen.
Y es que Cristo nos dejó un mandamiento nuevo: “Que os améis los unos a los otros como yo os he amado”, que viene a reforzar los mandamientos de la Ley de Dios que le fueron entregados a Moisés en el Monte Sinaí. De obligado cumplimiento.
A mí me parece muy bien que las Entidades Públicas, que se surten de los impuestos de los cristianos, ayuden al mantenimiento de la Iglesia, y si son de la Provincia me parece no solo bien, sino una obligación . ¡Qué por alto se pasó que la anterior Corporación con su Presidente al frente cobrara dietas por ir en la Procesión de la Virgen del Mar, Nuestra Patrona!
De veras puede pensar alguien que estas obras de consolidación de nuestras Iglesias las hacen los Ángeles? Pues no, las obras se sacan a concurso, las hacen empresas, estas contrata a sus obreros y especialistas, con lo que se reduce el paro. No olvidemos que el trabajo es lo que dignifica al hombre, y esta paga sus impuestos correspondientes y obtienen sus beneficios. Creo que hay demasiadas personas que no conocen la labor de la Iglesia y otros que se empeñan en silenciarla o atacarle siempre…y es una pena porque en Almería tenemos verdaderos héroes y heroínas trabajando en ella para los demás; acérquense al comedor que llevan las Hijas de la caridad de San Vicente, donde hace unos años se daban unas cincuenta comidas, y hoy pasan de doscientas cincuenta diarias, en estos días ya largos de crisis al que acuden familias enteras. A Caritas o a cualquier Parroquia donde la labor social del Barrio en que están enclavadas la llevan rel
Las iglesias son del pueblo cristiano, y del no tan cristiano como son los que solo acuden cuando necesitan algo, o tienen algún compromiso social (bodas, bautizos, funerales, misas de difuntos etc…).
Lugares donde nuestros padres nos llevaron a bautizarnos, donde recibimos los Sacramentos y donde rezamos, sus puertas están siempre abiertas a todos. Son la casa de Dios, la Iglesia corre con los gastos de sus obras y conservación; algunas tan antiguas como nuestra Catedral, y cien tos y cientos de Iglesias repartidas por todo el mundo, verdaderas joyas de arte de todas las épocas, Románico, Visigodo, Renacentista, etc… Es hermoso cuando vamos viajando en tren al paso de los pueblos; lo primero que se divisa de ellos son las torres y campanarios de las mismas, pero todo ello fue posible porque primero hubo Fe de unos pueblos que querían reunirse en un lugar para rezar, y colaboraban para que fuera el mejor de la comarca para Dios.
El pueblo cristiano es feliz con los cuidados que le presta, y la mayor parte de sus gastos son financiados por los cristianos que vamos a ellas a rezar, a llorar, a despedir a nuestros muertos, a acompañar a nuestros amigos en sus penas y alegrías. Y a sentir la felicidad de nuestro encuentro con Cristo en la Eucaristía. Y cuando algunas empresas o instituciones y organismo oficiales ayudan a su construcción o rehabilitación, están ayudando a ese pueblo que reza, escucha la palabra de Dios y cumple con aquello en lo que cree, sin olvidar que son ciudadanos que también colaboran para esa labor social y asistencial que hacen.
Y es que Cristo nos dejó un mandamiento nuevo: “Que os améis los unos a los otros como yo os he amado”, que viene a reforzar los mandamientos de la Ley de Dios que le fueron entregados a Moisés en el Monte Sinaí. De obligado cumplimiento.
A mí me parece muy bien que las Entidades Públicas, que se surten de los impuestos de los cristianos, ayuden al mantenimiento de la Iglesia, y si son de la Provincia me parece no solo bien, sino una obligación . ¡Qué por alto se pasó que la anterior Corporación con su Presidente al frente cobrara dietas por ir en la Procesión de la Virgen del Mar, Nuestra Patrona!
De veras puede pensar alguien que estas obras de consolidación de nuestras Iglesias las hacen los Ángeles? Pues no, las obras se sacan a concurso, las hacen empresas, estas contrata a sus obreros y especialistas, con lo que se reduce el paro. No olvidemos que el trabajo es lo que dignifica al hombre, y esta paga sus impuestos correspondientes y obtienen sus beneficios. Creo que hay demasiadas personas que no conocen la labor de la Iglesia y otros que se empeñan en silenciarla o atacarle siempre…y es una pena porque en Almería tenemos verdaderos héroes y heroínas trabajando en ella para los demás; acérquense al comedor que llevan las Hijas de la caridad de San Vicente, donde hace unos años se daban unas cincuenta comidas, y hoy pasan de doscientas cincuenta diarias, en estos días ya largos de crisis al que acuden familias enteras. A Caritas o a cualquier Parroquia donde la labor social del Barrio en que están enclavadas la llevan rel
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