¿Nos creemos los presupuestos?

Cada año nos vienen con las mismas cuentas. Nos tienen hartos. Diría más, hasta la narices. El señor Montoro parece un hombre serio, metido en una pelea particular con de Guindos, pero ahí anda con unas tristes cuentas que para Almería suponen seguir con el Ave y la A-7. ¿Quién nos lo garantiza? El papel lo aguanta todo. Pero, ¿se lo van a gastar? Es el punto fundamental. Hemos visto como año tras año los dos grandes presupuestos para Almería, el de la comunidad y el del gobierno central recogían las mismas obras que nunca llegaban a su final. Nos vendían estos señores las buenas cifras sobre el papel, pero al final del año comprobabas que no se había invertido ni la mitad de la mitad de lo presupuestado. Y con ellos las obras se eternizaban, se eternizaban. Esta ha sido la práctica normal de los dos gobiernos que han regido los destinos de Almería: Nos ponían la miel en los labios, nos anunciaban lluvia de millones, venga millones, pero los mismos nunca se llegaban a invertir. Y al siguiente año volvían a aparecer de nuevo las cantidades completas, y como nadie se las echaba en cara a los políticos, era la práctica común y a los dos grandes les interesaba tener al personal engañado, miel sobre hojuelas. ¿Y los ciudadanos? Les soportamos todo lo que nos hagan. Se chotean en nuestros intereses y en nuestra misma cara. Nos toman el pelo de la forma más descarada y nos vuelven a poner el mismo dinero que tampoco se van a gastar ni este, ni el próximo año. Se nos dijo, cuando el Plan de Aguas lo tiró por la ladera Zapatero, que ha había dinero para no sé cuantas desaladoras. ¿Dónde están? Eso, ¿dónde?