¡No lo hagas, Pedro, no te fíes!

Gracias Pedro. Nos alejas del aburrimiento y de la mortecina rutina de la democracia. ¿Qué importa si la luz nos subirá o no un 40 por ciento al lado de que sigas tú en el poder? Gracias por estos maravillosos días de zozobra legislativa, el de ayer y los que vendrán. ¿Quién dijo que llegar a tierra firme fuera fácil? Pedro, tú eres la boya que asoma siempre por encima del mar embravecido y todo un país te sigue atado en la tormenta. El eco de tus risas en la tribuna del Congreso nos alienta estos días de incertidumbre, nos da la esperanza necesaria para sobrevivir y llegar, conforme a tu manual, al paraíso salvadoreño.  

Si ayer impusiste por decreto y falta de debate asegurar la amnistía y la mayor reforma del sistema de justicia hecha en democracia, es para frenar al fascismo, como ya hiciste con esa maniobra, audaz a lo Patton, de voto en bañador. Este bloque progresista no lo destruye ni la madre que parió al derechista Alfonso. Eres nuestro Marco Aurelio apócrifo, sabio y sereno en la batalla por cada voto en el Congreso, haciendo de la necesidad virtud y del parlamento un divertido escenario de opereta digital mercachifle. No dudes, la foto de Aznar junto a Bush no puede compararse con la tuya al lado de Jorge Javier, y pronto, con la del ‘president’ injustamente exilado. Que no nos obliguen a sacar otra vez la de Feijóo con el ‘narco’. Sigue así, Pedro, que tu sacrificio y desvelo no sean en vano, como los asesinados en Navarra por ETA ¡Si hasta afrontamos esta epidemia de gripe sin Fernando Simón!  Por mucho que un marido vengativo como Pablo Iglesias te boicotée o Puigdemont te humille, no aceptes los votos del PP, ni siquiera dialogues con ellos, solo quieren contagiarte su virus fascista ¡No lo hagas Pedro!