El mejor español de la historia

Ando entusiasmado con un programa que anuncia TVE y se llama ‘El mejor de la historia’. Español se supone, aunque no venga en el título, para no molestar. Los espectadores votarán al mejor español o española de la historia, lo que sea eso en sus cabezas pues no se dice el criterio. Es algo así como el Benidormfest del tataranieto reguetonero de Menéndez Pidal.  La selección no respeta la paridad a la que el Gobierno obliga a las empresas y de cincuenta, solo diez son mujeres;  Mercedes Milá,  Julia Otero y La Pasionaria, entre ellas. Todo es confuso en esta lista ejemplar: diez deportistas frente a tan solo dos científicos;  ocho caras del periodismo y la televisión, está Milikito y no están García Berlanga ni Buñuel. El único cineasta es Almodóvar y casi se me atraganta la cena cuando veo la promo en la que se le enfrenta a José Ortega y Gasset.

 Este programa esconde una realidad muy triste. Los políticos han ido arrinconando y empequeñeciendo la enseñanza de Historia de España entre las últimas generaciones. Los jóvenes españoles son apátridas del tiempo, son zombies de la historia y se mueven tambaleantes y a ciegas entre Isabel I y Lola Flores. La Historia de España era de fachas y ahora hay que hacerla democrática, fluida, e inclusiva, pues la verdad es la realidad.   

 Menos mal que en la lista está Adolfo Suárez, pero incomprensiblemente no está Juan Carlos I, sin el cual el primero no sería finalista. Está el Rey actual, quien no estaría sin su padre. Lo mejor que ha hecho Felipe VI hasta ahora es plantar el Estado de Derecho frente al golpe a la Historia de España que dio Puigdemont, el hoy exigente socio de Pedro Sánchez. No están estos dos, pero tiempo al tiempo, que aún hay legislatura.