Hay otra burocracia dañina

Estimado Juanma Moreno, leo con alegría la noticia de que su gobierno va a quitar burocracia. Le felicito, es necesario. Pero le pregunto como profesor: ¿por qué esas buenas razones para fomentar la iniciativa empresarial o acelerar los servicios públicos no sirven en la enseñanza? ¿Por qué no quitan y simplifican también el papeleo del ámbito educativo? 

Miles de profesores llevamos años pidiendo que se frene esta burocracia que no deja de crecer y dañar la educación. Las razones son las mismas que usted esgrime en su plan ‘Andalucía simplifica’: los trámites excesivos empeoran la enseñanza y frenan el talento. El papeleo digital no solo desmoraliza al profesorado sino que es prescindible porque no tiene nada que ver con enseñar; es un mundo paralelo, virtual y falso, que solo se justifica a sí mismo y a sus autores en sus despachos. Si una profesora se entrevista con una madre, tiene que levantar acta; si un profesor se esfuerza con un alumno, tiene que rellenar un formulario; si se lee en clase hay que rellenar una plantilla; si un alumno suspende, el profesor debe justificarlo…es el colmo del absurdo.   

Querido presidente, el nivel educativo ha empeorado de forma paralela al aumento del trabajo burocrático que no existía cuando usted estudiaba. Y sin embargo, nadie reacciona. La burocracia lastra la pasión, la creatividad, la cercanía y el esfuerzo más allá del horario que llevan a la mejor enseñanza. En cambio, empuja a la picaresca, a la apatía, la rutina y la mediocridad. La enseñanza es hoy una pesada máquina burocrática que asfixia a los profesores y los culpa de manera tácita de todo mal del sistema educativo. Y son los profesores los que dejan huella en sus alumnos, que valen más que un millón de ‘start-up’.