El río de la radio, la vida y el cosmos

Las pasadas lluvias nos han devuelto un fugaz Andarax con agua. De niño recuerdo un programa de TVE sobre los ríos de España con locuciones maravillosas. La relajante voz de José María del Río me descubrió con asombro que nuestra rambla era en realidad un río con agua que se iba muriendo. Años después, esa misma voz convertida en Carl Sagan nos hizo navegar entre galaxias, supernovas y agujeros negros a muchos jóvenes que veíamos la serie Cosmos en televisión. Uno de ellos era Juan Carlos Ortega.

Si la vida es un gran río que va a dar en la mar, para muchos de los humanos la radio nutre su cauce con mil afluentes. Llenaron mi vida voces como las de Juan Domínguez, Garci, Gabilondo, José María García, Rosa Galán, Diego Bravo, Del Olmo, Gomaespuma, Pumares, Antonio Felipe, Torrijos, Alés, José Ramón Pardo, Manrique, Sardá o El Loco de la colina. Como éstas, la de Ortega alimenta mi existencia desde hace nueve años cada madrugada del sábado en la SER. 

Juan Carlos Ortega llega navegando el Andarax el viernes que viene, día 19. Su universo creativo es tan caótico, bello e inexplicable como el del Cosmos de ‘Seigan’. En su garganta guarda mil voces e historias como constelaciones. Si la radio da sentido a tu vida, aunque vaya a morir a la mar, lánzate a vivir en directo su humor como quien descubre desde el Calar Alto un exoplaneta habitado por Miguel Gila. Así es la radio, que viaja a través de ondas como las que nos llegan desde el fondo del universo, o como las que un guijarro causa en el débil cauce de nuestro río que se va apagando como nuestras vidas. Si no lo conoces, atrévete y vivamos en el Maestro Padilla un cómico big-bang junto a Ortega, tan lleno de sentido como el río seco de Almería.