La diputación de Almería y su presidente y alcalde de Roquetas, Gabriel Amat, están dando los pasos para cambiar la residencia asistida. En un momento de la historia de nuestro país era necesario que la diputación se pusiera al frente de muchas de las necesidades sociales que tenía la provincia. La residencia asistida fue una de ellas. Y ha venido cumpliendo con éxito su trabajo. No quisiera entrar en la polémica del costo de la residencia, abusivo a todas luces. Lo que me gustaría comentar es la necesidad de que diputación siga al frente de la residencia. Desde que las comunidades autónomas se hicieron presentes en España, las responsabilidades a ella pasaron, por lo que no se comprende que la institución provincial no pasara la residencia asistida a la Junta de Andalucía. Ello estaría ahorrando unos buenos dineros, que se estarían invirtiendo en la verdadera responsabilidad de la diputación: Los pueblos. Es evidente que en estos momentos el señor Griñán no quiere oír hablar de traspasos que le supongan gastos extras, no está la caja de la Junta para ello, pero lo tendrían que haber pensado antes los responsables políticos. El que las necesidades de los pueblos de Almería tengan que pagar a través de diputación una residencia asistida no parece de lógica. Entiendo que las administraciones tienen que dedicarse cada una de ellas a sus exclusivas competencias, y ésta no entra en las de Gabriel Amat. Diputación tiene que ir pensando en buscar la forma y manera de solucionar esta cuestión. Las residencias de mayores deben estar en manos de la Junta o por ella subvencionadas. Es su competencia.
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