Goirigolzarri

El señor Goirigolzarri seguro que sabe que el banco que preside desde hace unas semanas era, antes de su llegada, un sitio donde atracaban a la gente. Es decir, que los atracadores no venían de fuera, sino que estaban dentro, prestos a fundirse el dinero que los clientes le entregaban para su custodia en turbias operaciones especulativas, en retribuciones e indemnizaciones multimillonarias a los jefes de la banda y en otra porción de ilícitos que, en la jerga del ramo, reciben el nombre de "malas prácticas bancarias". El señor Goirigolzarri, que ha llegado con la divisa de "profesional" seguro que sabe que la limpieza pasa  indefectiblemente por devolver el dinero que sus antecesores robaron a los pequeños ahorradores.   La chusma directiva de Bankia y de las Cajas que la montaron se embriagó, dada la falta de control que hay en este país respecto a los delincuentes de guante blanco, con la facilidad para desplumar a la gente sencilla. Con las Participaciones Preferentes, la dicha chusma se acabó de volver loca: ocultaron a las víctimas que ese producto rivalizaba con el mismísimo Dios por ser de naturaleza eterna. Ahora el Gobierno, le va a soltar a Bankia unos cuantos millones extraídos sin anestesia del tesoro comunal de los españoles, y de la devolución inmediata de esas Preferentes, que no tienen rentabilidad alguna ni mercado donde venderse, depende que una parte de lo que se les quita a los ciudadanos, el dinero empleado en la nacionalización de Bankia, se les devuelva. El señor Goirigolzarri seguro que sabe que su tiempo ya no es el de los butroneros que no tenían necesidad, por hallarse dentro, de maza de hierro ni de lanza térmica.