Podar la Junta

Gobernar implica tomar decisiones, aunque éstas serán duras, difíciles e impopulares. La complicada situación económica por la que atraviesa España ha llevado al Gobierno ha aprobar unas medidas que suponen un gran sacrificio para todos, pero que son necesarias si queremos volver a la senda de la creación de empleo y bienestar y superar la ruina en la que nos dejaron los socialistas con su dislocada política de gasto y de endeudamiento irreflexivo.

Y si hay que apretarse el cinturón, los políticos somos los primeros que debemos dar ejemplo, tanto a nivel personal como en la gestión al frente de las administraciones públicas. Es tiempo de asumir responsabilidades, de estar a la altura de las circunstancias y de hacer política con mayúsculas y no de adoptar posiciones de insumisión y bronca permanente, cuando no de echar gasolina a las calles, como están haciendo desde la Junta de Andalucía los ‘griñaninis’, esa hornada de nuevos dirigentes socialistas que mandan en el PSOE andaluz y en el Gobierno bipartito, dando muestras de un cinismo ilimitado.

En un país al borde de la quiebra, quienes nos engañaban hablando de “brotes verdes” vuelven al ‘pancartismo’ mientras se muestran incapaces para acometer las reformas necesarias en la administración andaluza con tal de mantener el monstruo burocrático que han creado a su servicio. El bipartito de Griñán y Valderas gasta al año 3.322 millones de euros en mantener su administración paralela, un gigante compuesto por un centenar de agencias, fundaciones y empresas que no sufrirán recortes y que arrastran una deuda de más de 4.600 millones de euros.

La Junta necesita una poda urgente en una administración que es un ejemplo del despilfarro socialista, ahora con la complicidad de IU. O cómo si no calificamos una gestión que mantiene casi 400 coches oficiales, 40.000 móviles, 4.200 cargos de libre designación solo en el Servicio Andaluz de Salud, oficinas abiertas en Kiev, Dubai, Cuba…, y 35 observatorios de todo tipo o que en cuatro años se ha gastado más de mil millones de euros en la Radio Televisión Andaluza o 430 millones en proyectos de cooperación internacional, algunos de dudosa utilidad con la que está cayendo como, por ejemplo, el denominado ‘Nodo andaluz del centro de medioambiente y conservación de la biodiversidad en Panamá’. 

Y mientras la maraña de organismos autónomos, empresas y entidades públicas con cargos políticos a dedo no deja de crecer, Griñán mantiene paralizada la administración periférica de la Junta hasta colocar en ella a quienes le han apoyado en los congresos. Han pasado ya casi cuatro meses desde las elecciones autonómicas y todavía no han nombrado los delegados provinciales, anteponiendo claramente sus intereses al interés general de todos los ciudadanos. La perversión llega al punto de hacer listas de funcionarios afines en víspera de los nombramientos, un escalón más en la carrera enloquecida de enchufismo y sectarismo con la que han contaminado la función pública andaluza.

Desde el Partido Popular creemos que frente a la parálisis burocrática, a la inflación de cargos y al nepotismo es el tiempo de reformar las administraciones públicas para convertirlas en instrumentos útiles para canalizar las soluciones y mejorar la vida de los ciudadanos. Y en este empeño la Junta siempre encontrará la mano tendida del PP porque nuestro objetivo es alcanzar acuerdos para sacar a Andalucía y a los andaluces de la crisis. No tengo tan claro que el PSOE y sus socios pueden decir lo mismo porque están más