Ayer leyendo la información que publica LA VOZ sobre el balance que hace la concejal de Fiestas Mayores, Lola de Haro, sobre la Feria de Almería y que firma mi compañera, la periodista Marta Rodríguez, recordé el comentario sobre la feria taurina que me había hecho el cirujano jefe de la plaza de toros de Málaga, Juan Pedro de Luna, que se encontraba junto a su esposa, la almeriense Resi Díaz Lussnigg en uno de los palcos de nuestro coso de la Avenida de Vilches.
Como buenos almerienses, la feria de la Virgen del Mar es para la familia De Luna-Díaz Lussnigg visita obligada, pero además es el momento ideal para volver a ver a los amigos. Como es lógico, mi primera pregunta fue para preguntarle como había ido la feria taurina de Málaga. Su respuesta no podía ser más clara: “Es la primera vez en 30 años que la enfermería de la plaza no se ha abierto, no ha habido ningún incidente”, pero añadió: “No se ha abierto la enfermería, pero tampoco la puerta grande”, concluyó Juan Pedro de Luna.
Con respecto a la asistencia, aunque la capacidad de la plaza malagueña, que es de primera, es mayor que la nuestra, el abono de la feria taurina de la Virgen del Mar ha sido mayor, según comentó el propio Juan Pedro de Luna, y ratificado por uno de los componentes de la peña taurina de Londres, que lleva desde la década de los años 50 del pasado siglo recorriendo las ferias taurinas más destacadas de España y 30 años a la almeriense.
Por cierto, fue un momento muy emotivo la despedida y saludo que nos dimos el último día, ya que cree que por su edad va a ser el último año que venga a disfrutar de nuestra Fiesta Nacional, afición almeriense que la considera “triunfalista y apoyando mucho a los toreros, además disfruto mucho con la merienda”, concluye el aficionado malagueño
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