Como diría el toro de Tordesillas, viendo que por todas partes le pinchaban: “Sois muy majos con vuestras picas y vuestros caballos”. A lo que ellos contestaban: “Nosotros solo continuamos la tradición”. Escuché el fin de semana el largo discurso de Montoro sobre la necesidad de reequilibrar el Estado. La derecha en general, la gran empresa, buena parte de la iglesia católica, y todo lo que queda de franquismo sociológico, que no es poco, han visto en el PP la gran ocasión para corregir lo que ellos llaman los desmanes de la transición. Ultimamente es clara la tendencia por parte del Gobierno de culpar a las autonomías del excesivo gasto, con lo cual un nuevo centralismo se abre paso. Preferentemente son las autonomías de izquierda las despilfarradoras; para las de derecha han inventado otra expresión que las dispensa de sus escándalos. Montoro suele decir que no se trata de reformas sino de una correción en las tuercas para que toda la maquinaria autonómica funcione mejor. Pero los problemas hay que verlos hoy en la calle. Jóvenes sin empleo y sin esperanza. Disturbios por la educación, nuevas fricciones sobre el aborto, sanidad al pairo, pensiones bajo amenaza, (que lo niegue Rajoy ya no es garantía), grandes capitales que se marchan, defraudadores sin castigo, autonomías con aura secesionista, y los siempre amenazantes rescates llamando a la puerta. Buen panorama pues para reequilibrar el Estado utilizando el real decreto. A este paso puede que retorne de nuevo el Movimiento Nacional.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/32354/el-reequilibrio