El interventor de Diputación

Si todos los altos técnicos de las administraciones hicieran como el interventor de la diputación de Almería, lo mismo éramos capaces de controlar a los díscolos políticos que tenemos. El gran amigo Fernando, que durante años estuvo al frente de la secretaría, me contaba hace unos días que se hace necesario que los llamados cuerpos nacionales vuelvan por sus fueros, y que sus informes recojan expresamente lo que dice la ley, sin vericuetos por donde se puedan escapar intenciones políticas más o menos interesadas. Es como si el actual interventor de la diputación hubiera hablado con Fernando. Alerta este técnico de que se está corriendo un riesgo, el de pagar servicios que son competencias de otra administración. Cuando la diputación paga facturas que no están entre sus competencias, ¿no estará cometiendo un presunto delito? Si las mismas son avaladas en el pago por el técnico del área, ¿no se estará haciendo él responsable de esa presunta irregularidad que se comete? En más de una y de dos ocasiones hemos escrito por este rincón que no nos parece normal que el dinero destinado por ley para los pueblos se los gasten los políticos en otras historias que no son de su competencia. El que lo diga ahora el interventor le debe hacer reflexionar al presidente Amat, por si debiera  cambiar su política. Si la residencia de asistidos no es de su competencia, el dinero que en ella se gaste no parece muy claro, si la enseñanza no entra en sus deberes qué hace metido en la Uned. No se corre el riesgo de pagar servicios de la junta, se viene haciendo desde hace muchos años y a costa de los pueblos más pequeños y necesitados.