Irreparabile tempus

Irreparabile tempus

Kayros
21:21 • 06 nov. 2012

Horacio acertó con uno de su adjetivos característicos para definir el tiempo que se nos va como agua entre los dedos sin posible reposición. Hay quien todavía se hace la ilusión de que las cosas retornan como las estaciones. Bajo esta óptica al verano sigue el otoño y al otoño la primavera y vuelta a empezar como si quisiéramos dar la sensación de que nada se mueve. Todo es perfecto como la mecánica celeste y no es así. Yo falto bastantes meses de Almería capital y estoy asombrado de las mutaciones  producidas en tan corto período. La niña de la vecina que era una adolescente es ahora una mujer hecha y derecha. El árbol del parque, esmirriado y tan sin importancia que nadie se fijaba en él, es hoy un lugar de sombra y descanso y un refugio de pájaros. La galería de arte adonde uno iba a solazarse frente a la fealdad de la vida, la han cerrado, Dios sabe si la abrirán. Por el Paseo ya no veo a bastantes amigos míos a quienes les gustaba como a mí los conciertos, las conferencias y las castañas otoñales. Irreparable tiempo en verdad. Pero más condenadamente irreparables son las promesas políticas que nos hicieron hace muchos años y que todavía hoy andan paradas como un castigo bíblico. ¿Les suena el soterramiento?  Que yo recuerde de este asunto se comenzó a hablar en la última década del siglo pasado. Hacia  el año 2000  vino por aquí Rodrigo Rato en viaje electoral y afirmó que los almerienses tendríamos AVE y soterramiento para el 2005. Hoy  estamos discutiendo sin saber dónde colocaremos la estación. La misma atrofia perezosa ha seguido la urbanización del Barrio Alto y ahora el hospital materno-infantil. Apatía, cháchara política hasta la aniquilación pero el tiempo irreparable pasa y nos va destruyendo a todos para el cementerio.







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