No es frecuente ver manifestaciones protagonizadas por los cuerpos de seguridad del Estado. Cuando esto ocurre se puede pensar que el descontento social ocupa los últimos baluartes dándose la situación irónica de que son los guardias quienes parecen indignados. Estos días la policia ha salido a la calle para protestar de los recortes y de que el Gobierno les deje mal ante la sociedad. El Gobierno de Rajoy, que ya lleva dos huelgas generales y no sé cuántas manifestaciones sectoriales, no está dispuesto a dar marcha atrás con sus reformas. Se excusa diciendo que van en la buena dirección. Casi tendríamos que cantar aquello del “no te quieres enterar, ba, ba, ba” ¿Y qué le pasa a la policía? Más o menos lo mismo que a todo el que se echa a la calle a protestar. Le han reducido el sueldo, le han quitado la paga de Navidad, y lo más grave es que se han convertido en cuerpo expiatorio de la crisis. El domingo algunos periódicos publicaban el texto de una pancarta original. Decía: “ciudadanos, os pedimos perdón por no poder detener a los auténticos responsables de la crisis, banqueros y políticos”. O sea, en las manifestaciones, llenas de infiltrados, parece que quienes deberían llevarse alguna guinda deberían ser los responsables del maltrato administrativo, no los calificados de represores que vemos en televisión. Los policías saben de qué parte están. Su sueldo pobre a nivel de asalariado les hermana con los que se manifiestan del otro lado. El sábado fue la concentración de policías más numerosa de la historia. El Gobierno sin inmutarse.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/35103/la-policia-tambien