El edificio de Correos

¿Dónde están las piedras del antiguo edificio de Correos? ¿Quién las tiene? Que las devuelva y las repongan. ¿Dónde están los leonas que adornaban la fachada y por donde los almerienses echábamos las cartas? ¿Quién los tiene? Que los devuelva y los repongan. No estoy en contra de renovar, pero hay que pedir y exigir que esa renovación sea para mejorar. Con el actual edificio de Correos no se consiguió. Se perdió un hermoso ejemplo arquitéctonico y el nuevo no lo mejoró. Se nos anuncia la posible caída del actual, y me parece de perlas, pero... ¿se va a mejorar con viviendas de lujo y locales comerciales? Por dios, que conocemos a los constructores y promotores de nuestra tierra. Pongan un ejemplo de una construcción que podamos llamar singular, por muy de lujo y cara que ésta sea. Estamos ante unos terrenos llamados públicos. Por lo menos eso se ha dicho siempre. A no ser que sea como con el dinero, que al ser público no tiene dueño. ¿Recuerdan? Estos políticos. Si los solares son nuestros, que tiren el armatoste construido sobre ellos y dejen una hermosa plaza ajardinada para el disfrute de la ciudad por los vecinos y visitantes. Aquí todo el mundo está por la defensa de los quinientos metros de la costa, pero cuando se trata de los centros de las ciudades, como es este caso, ya no se les nota tan beligerantes. No están de acuerdo con el convenio los chicos de la oposición en el Ayuntamiento, pero no les noto que sea con la fuerza necesaria. ¿Nos sacará uno de estos días otra ley la Junta en contra de estos convenios? Hagamos una ciudad para vivirla, para disfrutarla en sus calles y plazas. Tenemos esa posibilidad.