Algunos casos de cinismo

Uno. Cuando Rajoy gana las elecciones se propone como una muestra de elegancia con los perdedores no mentar ya más la herencia recibida. Después de un año en el Gobierno, se diría que no ha hecho otra cosa que volver sobre ello a la vista de que todo está mucho peor que cuando Zapatero.

Dos. Ahora tiene el valor de afirmar que los pilares de su programa electoral se han cumplido cuando la verdad es que en aquel tiempo no había pilares salvo terminar pronto con la crisis, dar trabajo y no subir impuestos.

Tres. Hay todavía algo peor y es nacionalizar Bankia con unas pérdidas de tres mil millones bajo el señuelo para ingenuos de que tenía unas ganancias desorbitadas.

Cuatro. Si hay algo que le haya interesado a la derecha a través de los siglos  es la investigación y la técnica como  fuente de riqueza y de abaratamiento de costes. Pues bien, por culpa de los hachazos presupuestarios del PP, hoy tenemos a científicos, a profesores y a tecnólogos saliendo a la calle a protestar. Si como dicen en sanidad, los recortes matan, en ciencia condenamos a las futuras generaciones a vivir en un eterno Jurásico.

Cinco. Una de encuestas.  Sabido es que cuando las encuestas le son favorables a los estrategas del PP nunca dudan de que estén bien hechas. Ahora bien, cuando les dan en la cara los resultados entonces se inventan hasta  lo más inverosímil. Por ejemplo,  según el Instituto de Estudios Sociales Avanzados IESA), el PSOE en Andalucía superaría en nueve puntos al PP que va cuesta abajo. Los especialistas del partido no han tenido mejor explicación que decir que los socialistas se han  inventado las encuestas. Como si viendo llegar los marcianos nos dijeran que son de la UGT. Muchos otros cinismos hay, pero los dejo para otra día.