Se quejan los enfermos del maquillaje que sufren las listas de espera del Sas y de sus hospitales privatizados. Se quejan las familias de las mujeres que mueren en el Poniente, a la hora de parir, dos en los últimas semanas, una de 45 años, la otra de 25. Y nos cansamos de oir a los usuarios que sufren ante la situación médica que se viene viviendo en nuestra provincia. Sin querer hacer sangre en la mujer muerta en El Poniente, esperemos que una investigación aclare la situación ocurrida, les cuento un par de historias ocurridas en nuestro Torrecárdenas. Una revisión médica detecta un bulto sospechoso en parte tan delicada como la vejiga, tan sospechoso parece el bulto de un par de centímetros, que el doctor en cuestión le recomienda una intervención urgente, lo antes posible para no alarmar a la familia y conocer la circunstancias del elemento emergente. A Torrecárdenas. La cita para finales de enero le dicen, estamos a mediados de diciembre. ¡Viva la sanidad de la junta! Les contaré algún día la solución, y espero y deseo que con el enfermo operado y disfrutando de unas copas de buen Amura. Durante las pasadas fiestas el pincho de una gamba, quizás una cigala, se incrustó en una garganta. Lo que parecía una tontería se complicaba por segundos; se perdía la voz, costaba respirar cada segundo un poco más, se inflamaba la garganta. A Torrecárdenas. La espera en urgencias ni les cuento. El médico que no era nada, que se fuera a una farmacia, se comprara cierto medicamento y en un par de días como nueva. Se fue a una urgencia privada le pusieron una inyección...la trataron con consideración....y a casa.
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