Cuestión de azar

La rueda de los días nos lleva  adonde el viento da la vuelta. O lo que es lo mismo: el azar ejerce su peso especifico de manera caprichosa. Acuden estas reflexiones mientras ojeo los periódicos almerienses de las últimas semanas. Uno de los titulares de La Voz me reconforta, al menos inicialmente: “Acuerdo, por fin, sobre el Cortijo del  Fraile”. Cuando ya adentro mis ojos en la información de interior la noticia pierde fuelle y me lleva a ponerla en cuarentena, una vez más, toda vez que el acuerdo suscrito entre el consistorio nijereño y la propiedad de la finca no ha contado, al parecer, con la Administración andaluza, que ha de asumir la titularidad de este Bien de Interés Cultural.

    En aplicación del enunciado de este comentario, el Cortijo del Fraile no sería el mismo, ni su identidad habría adquirido las connotaciones populares que posee si no hubiese albergado los trágicos hechos que inspiraron a Federico García Lorca para escribir sus “Bodas de Sangre”, y a Carmen de Burgos la indujeron a redactar “Puñal de claveles”. En sentido inverso, las dos obras citadas no existirían, al menos con los contenidos que se le conocen, de no haberse producido el crimen pasional protagonizado por los artífices principales del mismo. 

    Tales conjeturas no son baladíes, toda vez que en la misma fecha del crimen del Cortijo del Fraile acontecieron hechos de tanta o más gravedad y, sin embargo, tras los primeros titulares periodísticos se diluyeron como pez en el agua. Verbigracia: “El Telegrama del Rif”  da cuenta de un despacho telegráfico fechado en Almeria, en el que informa de que “personas llegadas del pueblo de Nijar refieren detalles del desenlace que tuvo el hasta ahora misterioso crimen cometido en el cortijo del Fraile…”. 

    En una columna gemela de la misma página sobrecoge otro titular fechado en León: “Tragedia amorosa. Mata a una mujer, hiere a otra y se suicida”. Asegura el cronista que “en esta capital ha ocurrido una verdadera tragedia, que desde ayer constituye el tema de todas las conversaciones…según parece un joven llamado Manuel Puerta requería de amores a una bella muchacha llamada Carmen Vallejuga. Carmen se opuso repetidas veces a las pretensiones del que la cortejaba. Manuel insistió ayer una vez más, y como Carmen se negara de nuevo, la acometió furiosamente con un cuchillo, causando gravísimas heridas…una hermana de Carmen, llamada Jacoba, fue también agredida por el despechado galanteador..y falleció…el agresor, al darse cuenta de su crimen, sacó una pistola, disparándose un tiro en la cabeza”.

    Con su distancia, los dos hechos, el del cortijo del Fraile y el de la tragedia leonesa, constituyen argumentos más que sobrados para un buena pieza literaria. Sin embargo, el caso de Nijar sirvió para tal..y el de León se extinguió al día siguiente de su publicación. El azar no fue el mismo para ambos crímenes. ¿Cuestión de azar?