La excepción

En estos días de decadencia y de incredulidad política salta a la palestra el nombre de una mujer socialista. Se llama Beatriz  Talegón. La prensa la destaca como el germen de un genuino optimismo socialista que potencialmente podría devolver  la esperanza a las clases medias desilusionadas de la izquierda. No lo tiene fácil, habida cuenta del estado de postración en que anda este país, pero en buena parte la aparición de esta rutilante estrella de la política responde a  una pregunta que se viene haciendo la gente de buena voluntad. Si el PP está en caída libre ¿cómo el PSOE no recibe   estadísticamente el fruto del descontento? Viendo el saqueo y la humillación que sufrimos por culpa del ajuste bancario y guindaliano puede haber llegado la hora  de  volver  de nuevo a los orígenes. No en vano la Talegón se ha ido a levantar su púlpito en los orígenes de Pablo Iglesias, la famosa Casa Labra madrileña. Primeras conclusiones de esta antigua concejala de Cabanillas del Campo que le cantó las cuarenta a los líderes mundiales de la Internacional que hablaban de revolución en un suntuoso hotel de muchas estrellas.  Ante todo reconocer que nos hemos equivocado. Que nos hemos hecho blandos y comodones al arrullo de el canto de la sirena neoliberal. Que hemos tenido momentos en que el mensaje socialista para nada divergía de la derecha. Que hemos claudicado de nuestra ideología viviendo largos años amancebados con la corrupción. Es crucial por consiguiente creer de nuevo en la política y no dejarle   la misión a los tecnócratas europeos que estuvieron en los orígenes de la crisis. Y lo más importante: estar con las personas, con  sus sueños y sus necesidades. Está claro que a  quienes levan treinta años en la politica, les será muuy arduo abandonar hábitos de comodidad, pero ¿qué otro lenguaje podría entender del dependiente abandonado, el joven sin trabajo, el funcionario al que le han  disminuido el sueldo? Volver a los orígenes como la única manera de echar por la borda casi un siglo de pereza. Así cuando el PP termine de caer los ciudadanos tendrán un partido elástico y bien entrenado para la transformación social de este paí.