Historia de tres Primeras Piedras

MAÑANA DEL MIÉRCOLES 18 DE FEBRERO DE 2004. El presidente del Gobierno, José María Aznar, acompañado de dirigentes y alcaldes del PP de la provincia, asiste en al acto simbólico de la Puesta de la Primera Piedra de las obras del trasvase del Ebro hasta el Almanzora. A los asistentes se les regaló un pequeño tubo con la leyenda “tramo 46, subtramo 1, Boca Sur del túnel del Saltador- Camino del Cerro Minado Almanzora”.

ATARDECER DEL MIÉRCOLES 18 DE 2004. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, acompañado de dirigentes y alcaldes de su partido, visita, en un gesto de apoyo, el lugar en el que horas antes se había escenificado la puesta de la Primera Piedra.

MAÑANA DEL JUEVES 27 DE ENERO DE 2011. La consejera de Salud, María Jesús Montero, acompañada por Juan Megino y Juan Carlos Usero, en representación de Ayuntamiento y Diputación, pone en Torrecárdenas la Primera Piedra del futuro hospital Materno Infantil.

MEDIODÍA DEL VIERNES 12 DE ABRIL DE 2013. La delegada del Gobierno, Carmen Crespo, el consejero de Innovación Antonio Avila y la dirección nacional y regional de Endesa gas presentan en las formidables instalaciones de Cosentino el proyecto que llevará el gas a lo largo de la Cuenca del Almanzora y Baza hasta Guadix.

Tres fechas distintas y una solo realidad verdadera: El único proyecto con certeza de su realización no es el que contemplaba el Plan Hidrológico del PP y que Zapatero desahució unos meses después, tras su llegada al poder; tampoco la infraestructura sanitaria que Chaves había prometido ¡En octubre de 2007¡y cuya primera piedra tardaba en llegar cuatro años.

Lo que sí sabemos con certeza es que en unos meses- sólo en unos meses- el gas recorrerá todo el Almanzora.

He recurrido a esta secuencia de fechas, nombres, lugares y datos porque considero que es la mejor manera de evidenciar los hechos. El trasvase no se hizo porque el complejo ante el catalanismo de Zapatero derogó el Plan Hidrológico Nacional, y el Materno Infantil porque la pasividad política y la ineficiencia administrativa lo han ido retrasando tanto que ha acabado instalado en el dique seco de la crisis; como tantos otros proyectos.

¿Por qué, entonces, el último proyecto en llegar será el primero en terminarse? Sencillamente porque hay voluntad de que así sea. 

La facilidad con que los políticos (todos y de todos los partidos, que nadie se ponga a salvo: ahí está el soterramiento o la autovía con Málaga, con responsabilidades compartidas de populares y socialistas), la facilidad, digo, con que los políticos olvidan sus compromisos se ha convertido en un constante tan habitual que lo que sorprende no es el olvido, sino el cumplimiento de lo que un día prometieron ante los ciudadanos.

El Gaseoducto del Almanzora será una rápida realidad porque detrás hay una empresa- Endesa- que apostó por el proyecto, y otra empresa-Cosentino- que lo demandó con argumentos de rentabilidad social y empresarial compartida. 

En cualquier época hay que huir de aquellos proyectos que se alejan de esas dos rentabilidades. La social porque es irrenunciable y, en el caso que nos ocupa, el gas mejorará, y cómo, la calidad de vida y la economía de los ciudadanos. La empresarial porque la generación de riqueza depende de la capacidad y el riesgo de quienes ponen (y se juegan) su dinero buscando beneficios, no sólo para ellos- lo que es totalmente razonable- sino para los trabajadores que comparten la búsqueda de la generación de riqueza. El gas será un estímulo a la capacidad de emprendimiento en una comarca que sufre con dramatismo los efectos de la crisis.

Estamos viviendo malos tiempos para la lírica. Lo que hoy demandan los ciudadanos son soluciones nuevas a problemas nuevos. El gaseoducto es un ejemplo de que en medio de un erial siempre hay un motivo para la esperanza. La crisis nos hará perder batallas pero, sin perseveramos, acabaremos ganando.  Para eso hace falta que a una primera piedra le sigan todas las demás. 

Quizá algún día los políticos aprendan que lo que importa no es cuando comienzan una obra, sino cuando se culmina; aunque ellos, para entonces ya no estén en la foto.