Algo de felicidad

El Socialismo no sólo está en los libros, está en la calle, en el voluntariado, en quienes impiden un desahucio, en la ayuda desinteresada transmitiendo tu conocimiento…, el Socialismo debe derrocharse a borbotones; y los socialistas debemos utilizar la política como herramienta con la que transformar las realidades de las personas para hacerlas más felices.

Si nos asomamos a la agrupación del PSOE de la capital, observamos que esta capacidad de ayuda está constreñida, parece que se espera que la ciudadanía aparezca por arte de magia en la agrupación, o que vayan a escuchar aquello tan maravilloso que tiene que decirle la ejecutiva cuando va por los barrios como quien va de turismo.

La credibilidad del PSOE de Almería no hay que andar buscándola para enseñarla a la sociedad, es trabajando con, por y para las personas que lo necesitan como se hace Partido, como se hace política y como se hace más Socialismo. Porque el músculo del PSOE no puede venir de la mano de salvadores ancestrales que poseen la verdad suprema, ni de quienes tienen su musculatura atrofiada por el devenir de los años y la mala praxis, la fortaleza del Partido se encuentra en cada uno de los militantes que lo componen, así que son éstos quienes deben tomar el protagonismo, sin miedo a dejar que sean quienes marquen directrices constantemente y no sólo votando en cada tiempo asambleario.

Hay quienes pretenden que no recordemos que, cuando tuvieron la ocasión, asumieron como propia la máxima del Despotismo Ilustrado ‘Todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo”, pero no es tan traicionera la memoria.

La ciudadanía espera respuestas, porque las necesita, y nos mira con atención esperando la más mínima señal para seguir al Partido. Demos este lunes esa señal de esperanza en el futuro para conseguir ver en los rostros almerienses algo de felicidad.