AVE María Purísima

Tenía que ser en mayo, mes de las flores, los cristianos van a las iglesias con cantares a María, los pájaros pían alegres en los ficus del Paseo, las nubes se levantan poniendo algodones de ilusión sobre los  tejados, cuando recibimos de Europa la malhadada noticia que hay que dejar el AVE para mejor ocasión. Una enorme decepción más para Almería, y van… Venga, pronto, reúnase la Mesa de las Infraestructuras, gritemos todos a una que esta clase de putadas administrativas no se pueden hacer a estas alturas. Teníamos el AVE al alcance de nuestras manos con la mitad de los puentes ya hechos. Habían venido a decirnos que en el año 2005 ya estaría aquí la Alta Velocidad, pero nosotros, ciudadanos sufridores y buenas personas que somos, nos dijimos para nuestros corazones: “Bueno, bueno, con que venga quince años después nos conformamos, tampoco es mucho. Somos comprensivos, no se ganó Zamora en una hora”. Pero, coño, ahora retrasan la fecha al año 2020 o más, que nunca se sabe, que mientras puede  llegar el fin del mundo y ahí te quedas. 

Dicen que la línea no es prioritaria y por consiguiente las ayudas pueden retrasarse. Me pregunto para quién no será prioritaria, con la larga lista de frustraciones ferroviarias que llevamos y lo apartada para cualquier almeriense que sigue estando España, (no  hablemos  ya de Europa). No se me escapa tampoco la taimada dulzura con que nuestros políticos nos dan la mala noticia. Primero el chorreón, luego para no hacer demasiada sangre, añaden que la Unión Europea pondrá en el mapa a la provincia. Llevo más de medio siglo dudando de si Almería estaba en el mapa. Ahora llega Hernando, a quien últimamente encargan transmitir los más tétricos mensajes, y nos dice que no nos asustemos; habrá dinero, AVE María Purísima. Hombres de poca fe en partidos de la izquierda. ¿Por qué teméis?