El otro curso de la vida

El otro curso de la vida

José Luis Masegosa
23:27 • 15 sept. 2013

Reiniciado el curso político, a falta del comienzo del curso universitario, hoy vuelven a las aulas los alumnos de enseñanza secundaria. Poco a poco, el periodo vacacional va quedando  atrás y la actividad normal, donde pueda haberla, se impone en este preotoño tan expectante como interesante, al menos desde el punto de vista de la actualidad socio-política. Pero no solo los escolares y los docentes, o los afortunados currantes, vuelven a retomar la rutina de sus quehaceres. Tras la culminación del éxodo vacacional, muchas familias, que no saben qué hacer con sus mayores y que, en muchos casos, han optado por la drástica solución del abandono en centros hospitalarios o residenciales, vuelven ahora a recogerlos una vez que ha transcurrido el periodo veraniego. Hasta hace unos pocos años esta “recogida” se demoraba, pero las actuales circunstancias socioeconómicas de muchos hogares y su dependencia de la “paga” del mayor ha cambiado las tornas. En otros casos, muchos de estos abuelos son abandonados para siempre y nunca más sabrán que tuvieron una descendencia  que no quiso saber de ellos. En este preotoño de la modernidad globalizada la realidad suele ser más cruel que la ficción y aquellas personas que un día lo dieron todo por criar a su prole hoy son tratadas como auténticos desconocidos. Nos encontraremos con la dureza de expresiones que por poca sensibilidad que se tenga dificultarán el tránsito de nuestra saliva: “Me siento como un trapo viejo”, “me dijo que no me aguantaba más y me abandonó”, “que alguien se haga cargo de mí, esa es mi soledad”. Son los titulares de una realidad que habita entre nosotros, porque para muchas personas llegar a la vejez no significa otra cosa que falta de cariño y soledad. 


Las carencias y el dolor de quienes ahora, como los escolares, inician un nuevo curso, el otro curso de la vida.







Temas relacionados

para ti

en destaque