Un revoltijo de hierbas en el panorama

Lo primero de todo el error cuantitativo del IBI, el catastrazo que llaman golpeando mucho las sílabas con la lengua. Esto contradice la fama de buenos administradores con que se aureola el PP. No se dieron cuenta del gazapo ni cuando proclamaron que el Ayuntamiento de Almería  tenía las cuentas más limpias de España. ¿O sí? Sesenta mil familias engañadas. Dicen que un error lo tiene cualquiera pero  el Partido Popular no es un cualquiera. Ha estudiado en los mejores colegios. Para él la economía es la principal asignatura, lugar preferente. Por favor, no se acuerden ahora de Rodrigo Rato y sus preferentes. Ese es otro pufo.

 Me llena de una ternura casi beatífica ver a medio partido conservador frente a la ermita del Cortijo del Fraile pidiendo la conservación de los lugares genesíacos de  “Bodas de Sangre”. 

Es evidente que se proponen promocionar a García Lorca. Tan poco amantes de la memoria histórica como son, no dudan en  aprovecharse del dato para tumbar al PSOE y sacarlo del gobierno de Andalucía.  Si viviera el poeta se alegraría de ver cómo le quiere la derecha. En plena cólera de la burguesía almeriense por  verse discriminada en la Junta de Andalucía, ahora tiene ocasión de promocionar a Sotomayor y a Villaespesa abominando de  Juan Ramón, los Machados, Cernuda y Aleixandre, auténtica pandilla de enchufados del poder oficial.

 No quisiera terminar sin decir una palabrita sobre Bárcenas. En el Partido Popular  cuando se nombra al extesorero y su historia se le hinchan las venas del cuello a la militancia como le ocurre a María Patiño. Me  he preguntado muchas veces en nombre de qué moral  hablan los inquisidores cuando se refieren a la corrupción de los otros  callando la  suya propia. Quien de vosotros esté sin pecado, tire la primera piedra, leemos en el evangelio. 

El martes, el parlamento de la nación daba vergüenza. Jesús Posada junto a la Villalobos, puestos alí para moderar y conceder la palabra a los distintos partidos, se erigieron en mitineros  sin bajar a la tribuna. No dejaron la palabra a nadie. Así no podemos seguir. La guerra civil nunca se acaba.