Los andaluces no necesitamos una presidenta con vocación de estadista universal que se limite a hablar y hablar sobre lo divino y lo humano, sino una presidenta de hechos y que sea capaz de afrontar los graves problemas que atraviesa Andalucía. Por lo tanto, es prioritario que doña Susana Díaz hable un poco menos y haga un mucho más. Es decir; que haga ya algo.
Paro y corrupción Y es que Andalucía es una comunidad azotada por el paro y por la corrupción presidida por una señora que ante lo primero ha demostrado su ineficacia y que, ante lo segundo, se limita a pedir pactos de silencio.
Casualmente, ahora que las investigaciones judiciales se han llevado por delante a buena parte de sus compañeros de partido y sindicalistas más próximos, a la presidenta Díaz le ha entrado la prisa por sacar el tema de la corrupción de la crítica política.
Ahora. Antes no. Creo que los andaluces esperamos que Susana Díaz deje de hablar de contundencia contra la corrupción y ejerza con contundencia contra la corrupción, en lugar de ir haciendo frases bonitas y repartiendo titulares vacíos.
Andalucía necesita una presidenta que no esté salpicada por la razonable sospecha de la proximidad física y política al epicentro de los escándalos del PSOE andaluz y que sea capaz de adoptar iniciativas destinadas a crear empleo e impulsar el crecimiento económico que se aprecia en otras comunidades españolas.
Dar lecciones Y es que no se puede, como pretende doña Susana, dar lecciones de transparencia sin ser transparente. La señora Díaz no sólo no ha contestado a las preguntas que el líder del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, le formuló durante la sesión de control al Gobierno, sino que a estas alturas todavía sigue negando las evidencias del caso ERE y la participación del Partido Socialista.
Lo contrario Por desgracia, Andalucía tiene una presidenta que se ha especializado en hacer una cosa y decir lo contrario, o en decir una cosa y hacer la contraria incluso en el mismo día. Así, mientas que PSOE e IU votaban una mañana en contra de la comisión de investigación del Plan Bahía Competitiva, un caso de corrupción en el que se han defraudado más de 25 millones de euros de los parados andaluces y que de momento cuenta con más de 32 imputados, entre los que se encuentran dirigentes del PSOE de Cádiz, esa misma tarde, tras la reunión con Mariano Rajoy, hablaba de transparencia y de lucha sin cuartel contra la corrupción.
Los andaluces necesitamos una presidenta que trabaje y no a una presidenta que se dedique a ser secretaria general de su partido.
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