Los políticos cuando hablan parecen los salvadores de la patria

Rosalía Martín, parlamentaria de Izquierda Unida en Sevilla: No vamos a permitir que el Partido Popular manche la imagen de Almería. Muy bien doña Rosalía, así se habla. ¿Me permite una pregunta? ¿Y si es el Psoe? ¿Y si es Izquierda Unida? ¿Y si son los sindicatos? Ellos sí pueden manchar esa imagen. ¿Se cree usted que un partido mancha la imagen de una provincia o una región por muy corrupto que éste sea? No me sea ilusa. Ni todos ustedes (políticos) juntos son capaces. La imagen de una provincia o de un país no la da un partido, ni dos ni todos los que están en el arco. Como tampoco la hacen los sindicatos o las asociaciones que han creado ustedes para defender sus partidarios y particulares intereses. 

La imagen de una provincia la da su sociedad, sus gentes. Los hombres y mujeres que se levantan cada mañana para ir a trabajar, llevar a sus críos al colegio, tomar una copa entre amigos y hacerla cada día un poco más grande con su trabajo personal, no ustedes que alborean cada día buscando la forma y manera de tomarle el pelo al personal: No acabar una autovía y que no se note o no salga en la prensa, no hacer un hospital con excusas peregrinas o subirse los emolumentos por unanimidad sin que se entere el que le paga el sueldo con sus impuestos.

De los presupuestos de la Junta lo único que no se recorta es el dinero que se llevan los grupos políticos. Lo que son las cosas. Recortes en todo menos en lo que a ellos les afecta. Donde recortan lo hacen por culpa de Madrid y donde no recortan ¿de quién es la culpa? Pues ni por esa perjudican ustedes la imagen de una región o de una provincia. Ustedes pasarán, y Almería y sus gentes seguirán recibiendo con sol y una sonrisa a quienes nos visiten. Ustedes dejarán el paso a otros y nos gustaría que fueran capaces de ser más honestos (lo de honrados sería pedir demasiado) con y ante el ciudadano. No creo que tengamos esa suerte mientras los votantes no sean libres para tachar nombres en las listas electorales, mientras mantengan ustedes y defiendan la dictadura de los partidos. No sean salvadores de patrias, por favor. Vivan a nuestra costa, que para eso parece que han nacido, y no nos quieran encima comer el coco de que lo hacen por nuestro bien.