¿A quién sentaremos esta noche a cenar en nuestra mesa?

Es posible que estemos ante una de las más complicadas Nochebuena de los últimos años. Vaya dos mil trece que llevamos. Para una familia de Alcalá se acabó la esperanza de un año mejor, de una nochebuena con zambomba, pandereta y villancicos. ¿Cantaremos villancicos esta noche? Si tristes han sido siempre las fiestas de navidad, con el recuerdo de los que están lejos, los que no están, los que no vienen y los que no quieren venir, esta noche puede marcar un hito en nuestras vidas. ¿Con quién nos vamos a sentar esta noche a cenar? Con la terrible sensación de que hemos fracasado como sociedad. 

No hemos sido capaces de llevar a tantas miles de familias almerienses una ilusión tan necesaria ante el futuro. Hemos dado o recogido alimentos para estas fechas y con ello nos hemos llenado de solidaridad, o así nos lo creemos. Miles de personas van a cenar esta noche en las calles de nuestro país, van dormir entre cartones en portales y soportales, muchas de esas personas volverán a los contenedores de los grandes almacenes para buscar algo que llevarse a la boca. Cuando la tarde nos enseñe los picos de la noche nos iremos como cada año a casa, escucharemos en la boca del rey que la justicia es igual para todos, presuntamente al menos, y nos hablará de esperanza ante el futuro. ¿Qué pensarán de la esperanza y de la justicia los que duerman entre cartones?

Durante 364 días los políticos sólo nos cuentan tonterías, hoy le toca hacerlo a Juan Carlos. Forma parte de la parafernalia de la nochebuena, como los calamares rellenos o el jamón cocido con huevo hilao. Y dese usted con un duro canto en los dientes si aún puede mantener las costumbres en la nochebuena, en tiempos de crisis como los que se viven son demasiadas familias las que han cambiado para peor en un día como el que estamos viviendo y en la noche que aún está por llegar.

¿Sabe usted a cómo se pagaba la gamba roja de Garrucha en días pasados? A ochenta euros el kilo. Dicen que hoy lo mismo las compra más baratas. ¿Pondrá usted unas gambas rojas de Garrucha en su menú esta noche? No está mal cenar con gambas de a ochentas euros el kilo. ¿Qué cenarán los de los cartones?