La consejera de Fomento de la Junta, Elena Cortes (IU), la misma que lamentaba no poder participar en los acosos domiciliarios tan de moda hace unos meses, acaba de sorprender al mundo asegurando que la bicicleta será la “palanca de transformación” económica de Andalucía. Su consejería acaba de presentar un Plan Andaluz de la Bicicleta, (incomprensiblemente no lo han llamado Plan Especial Difusor Alternativo Ligero Entrelazado Andaluz para poder llamarlo PEDALEA) que contempla una inversión de 421,47 millones de euros hasta 2020 con el objetivo de completar una red de 5.139 kilómetros de vías ciclistas. A ver quién lo duda. Tardaron diez años en traer a Almería la A-92 pero en breve tendremos carril-bici hasta Cádiz. Y además, según la consejera escrachera, este singular plan ciclista va a generar nada menos que 15.000 empleos, supongo que fruto de la irremediable quiebra de los talleres y concesionarios de motos y coches que va a suponer, por toda Andalucía, esta nueva mirada al ombligo de las manías y las cantinelas del club progre. Pero para que vean que sí nos tomamos en serio a la consejera, quisiera recordar que un compañero suyo, el portavoz de IU en el Parlamento andaluz, José Antonio Castro, ya anunció que a ellas y ellos les gustaría implantar en Andalucía el socialismo del siglo XXI, tomando como referencia las políticas del compañero presidente Hugo Chávez. Y claro, uno se entera de estos proyectos y ve claramente que si no a Venezuela, por lo menos nos vamos a parecer mucho a Cuba o Vietnam, en donde la sostenibilidad de la bicicleta no tiene fundamentos en la ecología, ni tampoco en el recuerdo de la pandilla ciclista de Verano Azul, sino en que allí la poca gasolina que hay es para los tanques y para los coches oficiales. Pues de momento, que la consejera se vaya bajando del suyo y que pedalee, y ya seguimos hablando otro día de esta gran idea.
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