Turismo de masas

En la “Estructura Económica” de José Luis Sampedro, escrita cuando todavía no se había dedicado a la novela, creo haber leído que el turismo no es un bien económico propiamente dicho, como puede ser el aceite o el mármol de Macael , sino una relación sociocultural, humana y migratoria con anclajes importantes en el desarrollo de los pueblos. De ahí que se haya montado una inmensa infraestructura hotelera y medíática para su fomento en el mundo Los pueblos del norte , intimistas y fríos, bajan al Sur en busca del buen clima; los que aman la cultura visitan aquellos monumentos que recuerdan las mejores èpocas de la historia humana. Es lógico también que los organismos que los reciben se vistan de sus mejores galas en un Fitur permanente como la novia en la fiesta de pedida. Eso de que el turismo no sea un bien económico propiamente tiene su importancia porque obliga a no bajar la guardia. De un año para otro, la gente puede variar de destino si no mantenemos la razones primigenias del atractivo durmiendo la siesta de los primeros logros Ahora nos enteramos de que la negativa de Franco a no darle publicidad a las bombas de Palomares se debió esencialmente a no espantar el turismo. Para ello el embajador USA y Fraga montaron la pantomima bañista que todavía está dando que hablar. Esto se parece aquel drama de Ibsen donde un alcalde oculta que la fuente del pueblo está contaminada. El médico es quien carga con las culpas por haberlo descubierto. Este país ha tenido la gran suerte de que le visiten sesenta millones de turistas en un momento en que tenemos casi seis millones de parados. Bien podemos facilitar la comunicaciones y ofrecer limpieza en nuestros chiringuitos- Bien podemos diversificar la oferta porque no siempre el sol pasa aquí el invierno. Una vez oí a una extranjera quejándose del viento y del frío. No se queje usted , mujer, son cosas de la propaganda. También tenemos nudismo y toros y viajes a la Alhambra de Granada. Ocupamos ya el tercer puesto mundial por encima de China. Un orgullo, sí señor. Dejo aquí a los memoriones que recuerden nuestras tradiciones gastronómicas junto a las ancestrales costumbres. Ellos tienen los datos. Yo solo hago literatura.