En las sociedades modernas y laicas los políticos no basan sus principales argumentos en doctrinas bíblicas. Se limitan a gobernar la ciudad terrena al margen de las doctrinas evangélicas. Esto puede ser bueno o malo, depende.
La Biblia es una fuente de sabiduría; allí se habla de un padre providente que mira por todos nosotros, que perdona al hijo pródigo, y que cifra la bienaventuranzas en los pobres de espíritu. Como ya no existen sacros imperios, las sociedades más cultas han preferido separar Iglesia y Estado con objeto de librar a los ciudadanos de injerencias peligrosas tal como nos aconseja la historia de Europa. No obstante, vemos de vez en cuando que saltan frases bíblicas en el discurso cotidiano de nuestros políticos como una prueba más de que el cristianismo late en todo lo que pensamos y decimos. Hace unos días Rubalcaba utilizó la frase separadora de los ámbitos de poder recordando aquello de “dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. El secretario nacional del PSOE quería decir que no mezcláramos la educación o la sanidad con conceptos traídos de otro ámbito como puede ser la religión etc. Por supuesto el César en el buen sentido socialista no es el emperador romano sino el pueblo . Por algo nuestra Constitución basa ahí la soberanía de la nación. Puestos a proveer frases evangélicas para rebatir al contrario, a los estrategas del PP no se le ocurrió otra cosa que traer a colación la frase de Cristo con motivo de la mujer adultera. Los fariseos sostenían que esta mujer debía ser lapidada por haber trasgredido la ley. Jesús argumenta de manera cortante : quien de vosotros esté sin pecado, tierra sobre ella la primera piedra. Rajoy sigue con su monserga de que la crisis mundial es culpa de Zapatero y por analogía también de Rubalcaba. Por eso lo ha vuelto a sacar en la convención nacional delante de un auditorio lanar que hubiera aplaudido hasta las siete plagas de Egipto. Por otro lado, el PP tampoco resulta un modelo de moral evangélica: lleva dos años tirándole piedras a la corrupción socialista mientras ellos se hacen los locos con Gürtel, Bárcenas y demás contabilidades b . ¡Patético el discurso de Rajoy obligado a conjuntar el rebaño solo porque se acercan las elecciones!
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