En días como éste uno se pregunta dónde está el poder de Andalucía

28 de febrero, día de la autonomía andaluza. En estos días hemos vivido el debate sobre el estado de la nación. A la alta tribuna del congreso se han subido los padres de la patria para darnos sus versiones y opiniones sobre la situación en que vive el ciudadano. Medias verdades. Ha sido lamentable oír a hombres y mujeres hablar de recortes unos, de futuras ilusiones otros, de pobreza infantil o de engaños. Si nos atenemos a lo manifestado por algunos de los participantes, la política y los políticos son bastante peores de lo que pensamos y sentimos los ciudadanos. Que no nos echen la culpa a los que escribimos de la mala prensa que tienen, cuando son ellos los que llenan nuestros correos diarios de argumentos.

Son en esos momentos cuando uno piensa ¿dónde está el poder de Andalucía? Dicen que somos la repera, la esencia de lo español, los últimos en rendirnos, pero desde la tribuna se habló de los problemas de Cataluña, de las carreteras y del agua de Aragón, de Canarias y su futuro, del País Vasco y sus ventajas forales. ¿Alguien llevó al parlamento esas esencias o necesidades de los andaluces? No oí nada de lo que pasa en Andalucía. Nadie habló del paro que soportamos, de la corrupción en que se vive, de las leyes que nos ahogan, de los políticos que nos engañan. Y para qué hablar de Almería. ¿De verdad a los políticos que nos representan en Madrid les preocupa lo que por el sur ocurre? A las pruebas hay que remitirse y decir bien fuerte que nadie, ni desde la izquierda más plural, pasando por la menos plural, el centro o la derecha, nadie se puso en la boca las necesidades de la comunidad más grande que tiene España.

Entiendo que no les preocupe ni la celebración del día, cuando en Almería los representantes de la Junta lo hicieron el pasado día 21. Mucho corrieron los hijos de la Junta, debieron pensar que el día de hoy había que dedicarlo a la familia y que la señora quería ir al Corte Inglés y a Ikea en Murcia, aprovechando que en la vecina no es fiesta. Hasta la  Junta celebraba ayer en Sevilla el día de la comunidad. Trabajan mucho durante el resto de la semana, y hay que aprovechar el día para dedicárselo a la señora y los hijos, abandonados durante tantas horas que ellos dedican a los andaluces. Son unos padrazos estos políticos.